Héroes en la frontera: Voluntarios ayudan a migrantes en su travesía hacia Estados Unidos
En medio del frío matutino, a las 6:00 am, Adriana Jasso se encuentra lista en su puesto de trabajo. Con botas de montaña y múltiples capas de ropa, esta voluntaria del American Friends Service Committee (Afsc) se dedica a apoyar a los migrantes que cruzan la frontera hacia los Estados Unidos.
Frente a ella se erige imponente el muro fronterizo, dividiendo Tijuana, México, de San Diego, Estados Unidos. En este punto, conocido como Whisky 8, Adriana y su compañero, Pedro Ríos, brindan atención a cientos de migrantes que se entregan a las autoridades estadounidenses para solicitar asilo.
La labor de Adriana no es sencilla, ya que la frontera está marcada por dos muros: uno en territorio mexicano y otro en suelo estadounidense, ampliamente extendido desde el Océano Pacífico hasta Texas.
Ayuda humanitaria en tiempos de necesidad
Para Adriana, este trabajo es una forma de retribuir a aquellos que atraviesan el muro en busca de un futuro mejor. Muchos de los migrantes llegan en condiciones precarias, necesitando atención médica, agua, comida y ropa.
Entre ambos muros, Adriana y Pedro montan una carpa para asistir a quienes deben esperar horas o incluso días antes de ser detenidos por las autoridades estadounidenses. Su presencia es vital para brindar apoyo humanitario en un entorno desafiante y hostil.
En el área de San Diego, se han registrado más de 120.000 encuentros con migrantes entre octubre de 2023 y febrero de 2024, siendo Colombia y China los países con mayor representación en estos cruces.
La espera entre dos mundos
En la franja entre los dos muros, las personas quedan atrapadas en un limbo, enfrentando peligros como intentar escalar el alto muro fronterizo. Muchos sufren caídas, fracturas y lesiones graves en el intento, requiriendo atención médica urgente.
Adriana y su equipo han presenciado situaciones desgarradoras, con personas esperando hasta tres días en condiciones extremas de frío y calor. La espera se ha prolongado en los últimos meses, aunque las familias y los menores suelen recibir una atención más rápida.
Para Adriana, es fundamental que los gobiernos de México y Estados Unidos comprendan las razones detrás de la migración y respeten el derecho fundamental de solicitar asilo. Su labor como voluntaria es un acto de humanidad en un contexto marcado por la falta de empatía y dignidad.
Con información de Efecto Cocuyo