El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha generado expectativas luego de las declaraciones de su presidente, Elvis Amoroso, sobre la invitación a organismos internacionales como la Unión Europea para observar las elecciones presidenciales de 2024. Sin embargo, desde entonces, el ente comicial ha mantenido silencio sobre otros asuntos relevantes.
De acuerdo con el cronograma establecido, el registro de las organizaciones políticas autorizadas para postular candidaturas en los comicios del 28 de julio debe publicarse en el sitio web del CNE el 20 de marzo. Inmediatamente después, el 21 de marzo, se abrirá el período de inscripción de candidaturas presidenciales, que se extenderá hasta el 25 de marzo.
Durante los directorios realizados el pasado fin de semana, se aprobaron 35 tarjetas electorales y se invalidaron 16. Detrás de las boletas electorales se esconden historias de cómo llegaron hasta 2024 y las alianzas que respaldan. Por ejemplo, 11 tarjetas pertenecen al Gran Polo Patriótico, mientras que 10 son parte de la Alianza Democrática, y 2 representan a la oposición mayoritaria que apoya a María Corina Machado.
En el caso del Gran Polo Patriótico, se cuentan al menos 11 tarjetas, lideradas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y otras organizaciones afines al gobierno. Por otro lado, la Alianza Democrática posee 9 tarjetas con candidaturas diversas, algunas de las cuales han sufrido intervenciones legales en el pasado.
Por su parte, la Plataforma Unitaria solo cuenta con dos tarjetas aprobadas por el CNE, mientras que otras organizaciones han sido invalidadas o se encuentran en proceso de revisión. En medio de este panorama, la incertidumbre reina sobre la participación de ciertos partidos y coaliciones en las elecciones venideras.
Es importante destacar que algunos partidos avalados por el CNE para las elecciones presidenciales también están intervenidos, lo que plantea interrogantes sobre la transparencia y legitimidad del proceso electoral. En medio de este escenario, la nueva oferta electoral incluye siete nuevas tarjetas de organizaciones políticas emergentes.
En resumen, el escenario electoral de 2024 en Venezuela se presenta lleno de incertidumbre y con interrogantes sobre la participación de diversos actores políticos. La transparencia y la legitimidad del proceso son aspectos que generan preocupación entre la población y los observadores internacionales.