La Manipulación de la Data Criminal de Inmigrantes en Chile: En un mundo donde la información fluye con una velocidad y volumen sin precedentes, la precisión y la integridad en la presentación de datos son más cruciales que nunca.
Por: Braulio Jatar
Recientemente, en un programa de un canal en YouTube, un abogado especializado en temas de escándalo compartió información estadística sobre el crimen asociado a los inmigrantes. Adoptando un enfoque sensacionalista, desplegó una batería de datos que, en algunos casos, fueron alterados y, de manera general, omitió una visión integral del tema.
El profesional del derecho se centró selectivamente en regiones como:
- Tarapacá:
- 2020: 24,5%
- 2021: 39,7%
- 2022: 45,9%
- Arica y Parinacota:
- 2020: 23,9%
- 2021: 28,4%
- 2022: 32,0%
Sin embargo, con una falta de rigor que el tema demanda, omitió deliberadamente regiones como:
- Ñuble:
- 2020: 0,5%
- 2021: 0,7%
- 2022: 1,3%
- Bíobío:
- 2020: 2,7%
- 2021: 2,4%
- 2022: 2,6%
Además, no hizo mención al porcentaje nacional que, si bien indica un aumento, también es cierto que dista significativamente de los números selectivamente presentados por este abogado:
- Total Nacional:
- 2020: 6,8%
- 2021: 10,2%
- 2022: 11,8%
Esta selección y presentación de datos no solo distorsiona la realidad, sino que también contribuye a una narrativa incompleta y sesgada sobre la situación de la criminalidad entre los inmigrantes, un tema que requiere un análisis cuidadoso y equilibrado para evitar la estigmatización y promover políticas justas e informadas.
Esto es particularmente verdadero en el ámbito de la criminalidad asociada a los inmigrantes, un tema que ha sido objeto de debates intensos, políticas gubernamentales y, lamentablemente, de manipulación de datos. A través de un análisis detallado basado en estadísticas recientes sobre la población penal extranjera en Chile, se evidencia cómo la data puede ser interpretada, presentada o, en algunos casos, manipulada para servir a agendas específicas.
Los datos del informe
El informe “Comisión de delitos por parte de migrantes en Chile” ofrece una visión detallada de la situación de los inmigrantes en el sistema penitenciario chileno, destacando un aumento sostenido de extranjeros cumpliendo penas de prisión. Al 2022, los extranjeros representaban el 11,8% de la población penal, con un aumento del 74,5% en tres años. Este dato, si bien revelador, requiere un análisis cuidadoso para evitar conclusiones apresuradas o generalizaciones indebidas.
La distribución regional de la población penal extranjera muestra una concentración significativa en las regiones del extremo norte, como Tarapacá, donde el porcentaje alcanzó un 45,9% en 2022, contrastando marcadamente con regiones del sur, donde las cifras son considerablemente más bajas. Este patrón regional subraya la influencia de factores geográficos y socioeconómicos en la criminalidad y sugiere la necesidad de políticas públicas diferenciadas que consideren estas dinámicas.
La nacionalidad
La nacionalidad de los inmigrantes encarcelados refleja otra dimensión de este complejo panorama. La estadística está encabezada por ciudadanos bolivianos y colombianos, con un notable aumento de venezolanos y una disminución significativa de peruanos en el último lustro. Estos cambios en la composición nacional de la población penal extranjera pueden reflejar variaciones en los patrones migratorios, así como diferencias en las actividades económicas y en las redes sociales entre distintas comunidades de inmigrantes.
La manipulación de estos datos puede tomar varias formas, desde la selección selectiva de estadísticas que respaldan una narrativa particular hasta la interpretación sesgada de las cifras para sugerir correlaciones causales sin base en la evidencia robusta. Por ejemplo, la presentación de porcentajes de población penal sin el contexto adecuado puede exacerbar percepciones negativas sobre los inmigrantes, contribuyendo a estigmatizaciones y a políticas restrictivas basadas más en el miedo que en los hechos.
Lo fundamental
Hay dos detalles a considerar en la estadística presentada:
Primero, el informe se elabora con el propósito de justificar la aprobación de una ley que permite encarcelar a los inmigrantes en situación irregular, tal y como efectivamente ocurrió.
Segundo, en otros informes que he revisado, he determinado que muchos de estos “delitos” podrían estar vinculados a problemas con permisos para ventas informales. Ahora, se sumarán aquellos casos de personas en situación irregular, muchas veces debido a retrasos por parte del propio Servicio de Migraciones, situación que ha sido señalada por la propia Contraloría.
Es fundamental abordar este tema con un enfoque equilibrado que reconozca tanto la contribución positiva de los inmigrantes a las sociedades de acogida como los desafíos que enfrentan. Una discusión informada sobre la criminalidad entre inmigrantes debe basarse en datos precisos, interpretaciones cuidadosas y, sobre todo, en un compromiso con la equidad y la justicia. Solo así se pueden desarrollar políticas efectivas que promuevan la integración, protejan los derechos de todos los individuos y aseguren la cohesión social.
En última instancia, la manipulación de la data criminal de inmigrantes no solo tergiversa la realidad sino que también socava los principios de una sociedad inclusiva y democrática. Frente a este desafío, es imperativo que medios de comunicación, formuladores de políticas y la sociedad en general se esfuercen por una interpretación responsable y matizada de los datos, promoviendo un discurso que refleje la complejidad de la migración en el contexto contemporáneo.
TEMBIEN LEER: Braulio Jatar: “Senado en Chile debe corregir retroceso de diputados en DDHH”