Corina Yoris y María Corina Machado son los protagonistas de la semana. La decisión de la candidata presidencial opositora, inhabilitada por el gobierno de Nicolás Maduro, de respaldar a la académica venezolana ha generado esperanza, críticas por parte del chavismo-madurismo e incluso un desafío en las redes sociales.
Yoris recibió su nominación con entusiasmo por parte de los líderes de la Unidad y de los presentes en la quinta Bejucal, sede de Vente Venezuela en Caracas. Sin embargo, la realidad que enfrenta la doctora Yoris de cara a las elecciones presidenciales es compleja.
Según Carmen Beatriz Fernández, profesora de la Universidad de Navarra y experta en comunicación política, y Ricardo Ríos, presidente de la consultora Poder y Estrategia, la designación de Corina Yoris representa un movimiento positivo pero con desafíos.
Fernández elogió la elección de Yoris, destacando su brillante trayectoria académica y su rol como abuela, lo cual podría generar identificación con la sociedad. Por su parte, Ríos considera que la decisión de Machado desafía a sus oponentes políticos y demuestra una ruta electoral distinta a la abstención.
A pesar de estos elogios, Ríos advierte que la designación de Yoris no garantiza que llegue hasta el final de la contienda electoral, ya que su participación podría ser obstaculizada en el camino.
Una inhabilitación costosa
La desvinculación de Corina Yoris de los partidos políticos es a la vez una fortaleza y una debilidad para la candidata. Tanto Fernández como Ríos coinciden en que la designación ha sido bien recibida por la sociedad.
Ríos destaca que al ser una figura nueva, Yoris no arrastra consigo derrotas políticas ni confrontaciones con otros actores de la oposición, lo que hace más atractiva su candidatura. Sin embargo, la falta de peso político dentro de la coalición opositora podría ser un inconveniente para Yoris.
Por su parte, Fernández considera que la falta de reconocimiento de Yoris en el ámbito político podría dificultar la transmisión de su mensaje, lo que podría ser aprovechado por el gobierno de Maduro para obstaculizar su participación en las elecciones.
¿El chavismo tendrá un as bajo la manga?
Ante la decisión de Machado, Fernández sugiere que el chavismo-madurismo podría estar evaluando estrategias para frenar la candidatura de Yoris y evitar su participación en la contienda electoral.
Ríos plantea la posibilidad de que el chavismo intente bloquear las tarjetas de los partidos opositores en lugar de inhabilitar a los candidatos, lo cual podría acarrear un alto costo político.
Las tarjetas opositoras en el punto de mira
Tanto Ríos como Fernández coinciden en que el chavismo-madurismo podría estar considerando bloquear las tarjetas de la oposición como una estrategia para obstaculizar su participación en las elecciones.
Para Ríos, esta medida podría generar conflictos y confrontaciones dentro del gobierno de Maduro, sobre todo considerando la posibilidad de sanciones por parte de Estados Unidos en caso de que no se garanticen condiciones electorales justas y competitivas.
En resumen, la designación de Corina Yoris como candidata presidencial ha generado expectativas y desafíos tanto para la oposición como para el chavismo-madurismo, y el camino hacia las elecciones presidenciales en Venezuela se presenta lleno de incertidumbres y tensiones.