Este domingo, en Kigali, miles de personas se reunieron para conmemorar el trigésimo aniversario del genocidio de Ruanda, en el cual más de 800,000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados en 1994. La ceremonia contó con la presencia de una decena de jefes de Estado y de Gobierno.
El presidente ruandés, Paul Kagame, destacó durante su discurso en el estadio cubierto BK Arena la importancia de recordar a los fallecidos y el progreso que ha experimentado Ruanda desde entonces. Kagame instó a los supervivientes a seguir trabajando por la unidad y la reconciliación del país.
En un acto cargado de simbolismo, se instaló una estructura en forma de árbol que cambió de color durante las actuaciones musicales y de danza contemporánea presentadas. Kagame también criticó a la comunidad internacional y el papel desempeñado por las Naciones Unidas durante el genocidio.
Además de los discursos, se escuchó el emotivo relato de una superviviente del genocidio y la intervención del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, quien elogió a Ruanda como un modelo de unidad y reconciliación en un contexto de conflictos tribales y raciales en África e internacionalmente.
Los mensajes de Europa y de Francia
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, también estuvieron presentes de alguna manera en la ceremonia. Michel reconoció la deuda que Europa tiene con África y pidió perdón por los errores del pasado. Macron, en un mensaje transmitido por vídeo, reiteró la importancia de analizar el pasado y aprender de él.
La responsabilidad francesa en el genocidio de Ruanda
Macron, tras su visita a Kigali en 2021, admitió la responsabilidad de Francia al ignorar las advertencias sobre el genocidio. Un informe oficial reveló errores abrumadores en la política exterior francesa durante el conflicto. Se espera una vigilia presidida por Kagame esta tarde en el BK Arena.
El genocidio de Ruanda comenzó el 7 de abril de 1994, tras el asesinato de los presidentes hutus Juvénal Habyarimana y Cyprien Ntaryamira. La matanza resultante causó la muerte de al menos 800,000 tutsis y hutus moderados en poco más de tres meses, convirtiéndose en una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente.
Con información de efectococuyo.com