La ultraderecha chilena ha exigido al presidente Gabriel Boric que tome medidas enérgicas tras el asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, ocurrido hace varias semanas y cuyas circunstancias aún son desconocidas. Los representantes del Partido Republicano han solicitado la expulsión de diplomáticos venezolanos, el congelamiento de las relaciones con Caracas y la convocatoria al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) como respuesta a este incidente.
Estas demandas surgen luego de que el fiscal a cargo del caso, Héctor Barros, mencionara en una entrevista televisiva que la principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a un posible asesinato ordenado desde Venezuela. Barros explicó que todas las otras teorías han sido descartadas y que la única que permanece activa es la implicación de individuos venezolanos en el crimen de Ojeda.
En este escenario, el partido de extrema derecha liderado por José Antonio Kast ha instado al Gobierno a convocar al Cosena para abordar la situación y tomar medidas contundentes ante lo que consideran una grave violación de la soberanía nacional por parte del régimen de Nicolás Maduro. Entre las acciones solicitadas se incluye el congelamiento de relaciones con Venezuela hasta garantizar la seguridad de Chile.
Por otro lado, legisladores como la senadora republicana Carmen Gloria Aravena y los diputados Cristian Labbé y Gustavo Benavente, de la Unidad Democrática Independiente (UDI), han exigido que se presente una denuncia contra Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por su presunta implicación en actividades delictivas en la región.
La tensión entre Chile y Venezuela se ha intensificado tras la muerte de un agente de Carabineros en un tiroteo con delincuentes, algunos de los cuales eran venezolanos. Estos incidentes han avivado el debate sobre la cooperación entre ambos países y la necesidad de abordar la migración irregular y la seguridad en la región.
Con información de efectococuyo.com