El día lunes 29 de abril, Clismar Torres, de 9 años de edad, perdió la vida luego de ingerir yuca amarga en Barcelona, en la zona norte del estado Anzoátegui. Su hermana menor, de seis años, también resultó afectada por consumir el mismo tubérculo.
Inicialmente, se informó que las niñas presentaban síntomas de asfixia por sofocamiento después de ser encontradas dentro de un vehículo estacionado en su residencia, situada en el sector Los Cortijos de Oriente. Sin embargo, el relato de la niña de seis años reveló la verdad sobre lo sucedido. Actualmente, esta niña se encuentra bajo observación médica en el hospital Luis Razetti de Barcelona.
Según el testimonio de la niña, ella no consumió mucha yuca debido a que no le gustó su sabor, mientras que su hermana continuó comiéndola. Las dos niñas viven con su padre, Amílcar Torres, quien inicialmente las llevó a la sede de los bomberos en un camión Chevrolet luego del incidente.
El padre informó que dejó a las niñas en casa para buscar alimentos, pero al regresar, las encontró dentro de un vehículo Chevrolet Optra, de color negro, que pertenece a su hijo mayor.
Es importante destacar que este no es el primer incidente relacionado con la yuca amarga en el estado Anzoátegui. En noviembre de 2020, un militar falleció y otros tres resultaron intoxicados por consumir este tubérculo. Desde el año 2017, se han reportado al menos 10 muertes relacionadas con la ingesta de yuca amarga en zonas rurales de Venezuela.
Con información de El Regional del Zulia