Los juegos de casino, conocidos de forma popular también como iGaming, se han asentado como una actividad más de la sociedad venezolana. Tanto es así, que en los últimos años ha ido creciendo en número de adeptos, tal y como demuestra el crecimiento en ingresos. Según los datos actualizados del sector, se superan con creces de dos millones de dólares anuales, un porcentaje todavía muy bajo del PIB, y se generan más de 20.000 puestos de trabajo en territorio nacional con la apertura reciente de nuevos salones y el auge del campo virtual.
Lee tambien: Pensionados AMOR MAYOR MAYO con AUMENTO 2024
En comparación con los casinos físicos, en los casinos en línea los usuarios tienen la posibilidad no solo de jugar a distancia, sino también de aprovechar una mayor cantidad de juegos y varios bonos de casino sin depósito que los casinos físicos no ofrecen. En una población tan digitalizada como la actual, donde en el país más de 17 millones de personas tienen acceso a internet, lo que supone dos terceras partes de la población, esto es clave para entender el aumento y consolidación de las opciones que brinda la red, sobre todo a través del celular.
La regulación de la actividad
La regulación de esta práctica en Venezuela ha sido objeto de debate en más de una ocasión por las altas esferas políticas. Las primeras leyes aparecieron en 1997, poniendo el foco en los locales físicos, tratando de establecer unas normas y supervisar la actividad llevada a cabo en esos establecimientos. Por ejemplo, se hizo especial hincapié por aquel entonces en la negación de entrada de algunos colectivos concretos y las licencias para operar las daba una comisión nacional especializada, limitando así que cualquiera entrara a formar parte del sector.
Durante nueve años, del 2011 al 2020, se prohibió la actividad vinculada al casino. A partir de entonces, se eliminó este freno dando nuevas licencias a operadoras. En paralelo, cabe mencionar que la modalidad online no paró de crecer desde finales de la década de los 90, con plataformas en línea que consiguieron ponerse en marcha de forma legal en torno a 2021, convirtiéndose así en una de las vías de ingresos digitales más importantes de la economía nacional y uno de los principales entretenimientos de la población.
Aún hoy en día, el país no cuenta con unas normativas específicas que regulen el juego online, pese a ser una actividad totalmente legal. Eso posibilita la presencia de operadores internacionales y algunas dudas vinculadas a la seguridad y a la protección de datos. Para ello, es fundamental una concienciación de los propios usuarios en el momento de elegir en quién confiar, teniendo en cuenta varios aspectos diferentes: la oferta de juegos, las opciones de pago, las licencias emitidas por organizaciones reconocidas o los protocolos de encriptación.
Perspectivas de crecimiento
El impacto del iGaming en la economía y sociedad venezolana no para de crecer año tras año y la tendencia prevista es que siga siendo así al menos en los próximos tiempos. Por un lado, están aquellas medidas vinculadas a la legislación, que se espera que vean la luz más pronto que tarde, como la aparición de nuevos casinos legales en el país, la mejoría en cuanto a seguridad y privacidad de datos a escala nacional o la creación de medidas para proteger a aquellos colectivos más vulnerables en el momento de navegar por internet.
Respecto de la experiencia del usuario, también se esperan nuevos avances, vinculados a la innovación tecnológica. Uno de ellos es el auge de vídeo en juegos como la ruleta o el blackjack, aportando experiencias en vivo y en directo, así como un desarrollo todavía mayor de las aplicaciones y plataformas pensadas para celulares. A su vez, es de especial mención la entrada de lleno de avances como la inteligencia artificial, clave en la protección, y de la realidad aumentada, capaz de llevar a otro nivel algunas de sus prácticas más populares.