El ex presidente colombiano Álvaro Uribe fue acusado formalmente este viernes por la Fiscalía colombiana ante una jueza por los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal. Esta es la primera vez que Uribe (2002-2010) enfrenta cargos de este tipo, los cuales fueron aceptados por la jueza 44 de conocimiento penal de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, quien dictaminó que a partir de ese momento el ex presidente adquiere la condición de acusado.
De ser hallado culpable, Uribe podría enfrentar una pena de entre 6 y 12 años de prisión, según lo establecido por la jueza. Estas acusaciones surgen en el marco de un caso de presunto soborno de testigos y fraude procesal.
El proceso contra Uribe se inicia formalmente luego de que la jueza rechazara la petición de nulidad del proceso y aceptara como víctimas a diversas personas involucradas en el caso, como el senador Iván Cepeda y los ex fiscales generales Jorge Perdomo y Eduardo Montealegre, entre otros.
El abogado de Cepeda, Reinaldo Villalba, aplaudió las decisiones de la jueza al reconocer la condición de las víctimas y su acceso a la justicia.
Delitos imputados
El fiscal a cargo del caso, Gilberto Villarreal, acusó a Uribe como determinador de varios delitos, incluyendo soborno en actuación penal y fraude procesal. Estas acusaciones se basan en la entrega o promesa de beneficios a testigos para que falten a la verdad en sus declaraciones, así como en la inducción fraudulenta a servidores públicos para obtener decisiones contrarias a la ley.
Caso que arrancó en 2012
El origen de esta larga querella se remonta a 2012, cuando Uribe demandó a Cepeda por supuesta manipulación de testigos. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia no abrió una investigación contra Cepeda, sino que inició un proceso contra Uribe por esta misma razón.
El caso de soborno está relacionado con presuntos pagos de coimas a testigos que se encuentran en prisión, quienes habrían sido presuntamente manipulados para declarar contra Cepeda.
A lo largo de los años, Uribe ha sostenido que se trata de un caso con motivaciones políticas y carente de pruebas contundentes en su contra. A pesar de haber renunciado a su escaño de senador en agosto de 2020 para que su caso pasara a la Justicia ordinaria, la Fiscalía decidió que existían elementos para acusarlo.
El fiscal Villarreal asumió el caso en enero pasado y, tras revisar evidencias y elementos probatorios, determinó que había motivos para acusar a Uribe, decisión que fue respaldada por los jueces que negaron la preclusión del caso.
Con información de efectococuyo.com