El pasado miércoles se vivieron intensas protestas en Argentina que culminaron con enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía en las cercanías del Congreso de la Nación. Estos disturbios se llevaron a cabo mientras los senadores debatían la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, una legislación fundamental para el Gobierno del presidente Javier Milei.
Tras un intenso debate en el Senado, con una votación reñida de 36 votos a favor y 36 en contra, la vicepresidenta Victoria Villarruel tuvo que desempatar a favor de la aprobación de la ley. Desde la tribuna, Villarruel justificó su decisión argumentando que consideraba que esta ley era necesaria para el progreso del país.
A pesar de la aprobación de la ley, la jornada estuvo marcada por protestas, violencia y disturbios en las calles. La Policía de Buenos Aires informó que se realizaron 18 detenciones en relación con los disturbios, con 3 policías resultando heridos en el enfrentamiento.
Por otro lado, la Policía Federal de Argentina también reportó 9 detenciones, 7 por disturbios y 2 por robo, lo que se sumó al balance de detenidos por parte de las autoridades locales.
Ante estos acontecimientos, el Gobierno de Milei emitió un comunicado acusando a los manifestantes de ser “terroristas” y de intentar perpetrar un golpe de Estado al interferir con el funcionamiento normal del Congreso Nacional.
El Gobierno había implementado un importante operativo de seguridad para evitar que los opositores interrumpieran el tráfico en las avenidas cercanas al Congreso. A pesar de que la manifestación comenzó de manera pacífica, la situación se tornó violenta al mediodía con la intervención de la policía antidisturbios.
Finalmente, las protestas se trasladaron de las calles al ámbito doméstico, con vecinos mostrando su descontento golpeando cacerolas y otros objetos metálicos en rechazo a la ley y a la represión policial.
Con información de www.todosahora.com