En los últimos tres años, los turistas rusos y polacos han revivido la actividad turística internacional en la paradisíaca isla de Margarita.
Si bien su llegada ha tenido un impacto positivo en la economía local, también ha generado controversia debido a las limitaciones impuestas a su libertad de movimiento.
Luis Eduardo Rodríguez, expresidente de Corpotur en Nueva Esparta, señala que si bien la llegada de estos turistas ha contribuido a dinamizar la economía hotelera y de los tour operadores, se ha observado un fenómeno de “turismo entubado”, donde los visitantes son dirigidos exclusivamente a los servicios turísticos preestablecidos, sin explorar ni interactuar con la vida local. Esta situación ha generado preocupación entre algunos sectores, ya que no se promueve un impacto económico más amplio en la población local.
Rodríguez enfatiza en la importancia de promover un turismo basado en la libertad de movimiento, que permita a los visitantes explorar y participar en la vida y la identidad cultural del destino. Señala que actualmente, los turistas rusos y polacos son dirigidos hacia servicios muy específicos, limitando su interacción con la comunidad local.
El presidente de Corpotur destaca la necesidad de fomentar un turismo que permita a los visitantes tener libertad para explorar según sus preferencias y capacidad de gasto. Actualmente, se observa que estos turistas tienen una participación limitada en otras actividades fuera de los servicios preestablecidos por las operadoras turísticas.
A pesar de la presencia constante de turistas rusos y polacos, no se ha evidenciado un crecimiento significativo en los últimos meses, según Rodríguez. Por su parte, el ministro de Turismo, Alí Padrón, informó que más de 40 mil turistas rusos han llegado a Venezuela como parte de la operación Moscú-Porlamar.