Los líderes del G7, las siete democracias más avanzadas del mundo, expresaron su preocupación por la crisis en Venezuela durante la cumbre celebrada en la región italiana de Apulia. En la declaración final, los mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido reclamaron elecciones limpias el 28 de julio y llamaron a no emprender «iniciativas desestabilizadoras» en el territorio en disputa con Guyana, el Esequibo.
En referencia a Venezuela, manifestaron su inquietud por la falta de avances en la implementación del Acuerdo de Barbados de octubre de 2023, especialmente en lo que respecta a los derechos de la oposición dentro del proceso electoral y la decisión de retirar la invitación para una misión de observación electoral de la Unión Europea (UE).
Por tanto, instaron a Venezuela a implementar plenamente el Acuerdo de Barbados y garantizar elecciones competitivas e inclusivas el 28 de julio, incluyendo misiones de observación electoral internacional completas y creíbles, así como el cese del acoso a los miembros de la oposición y la liberación inmediata de todos los presos políticos.
G7 sigue de cerca conflicto por el Esequibo
Además, el G7 afirmó que está vigilando de cerca los acontecimientos entre Venezuela y Guyana en su disputa territorial por la región de Esequibo. Acogieron con satisfacción los esfuerzos regionales para mantener el diálogo entre las partes y exigieron a Caracas abstenerse de nuevas iniciativas desestabilizadoras, subrayando que el asunto debe resolverse pacíficamente según el derecho internacional.
En esta cumbre, los líderes del G7 también se comprometieron a colaborar por la estabilización de Haití y a financiar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) para su despliegue en ese país lo antes posible, entre otras iniciativas.