Un total de 69,000 venezolanos residentes en el exterior tendrán la oportunidad de participar en las elecciones presidenciales del 28 de julio, lo que representa menos del 1% del total de electores habilitados según el Registro Electoral del CNE. Este grupo, aunque reducido en comparación con los más de 21 millones de votantes en total, muestra un fuerte deseo de cambio entre aquellos que anhelan regresar al país y reunirse con sus familias.
Millones de venezolanos que han emigrado enfrentaron serias dificultades para registrarse y actualizar sus datos electorales en diversos países de Latinoamérica y el resto del mundo durante el período en que el Consejo Nacional Electoral (CNE) activó la jornada especial. Sin embargo, la mayoría de ellos quedaron excluidos de este proceso.
Esta situación ha generado decepción y preocupación entre los ciudadanos de la comunidad venezolana en el extranjero, quienes consideran que el voto es un mecanismo crucial para seguir participando en la vida política del país y contribuir a su futuro.
Las trabas burocráticas en los consulados venezolanos fueron uno de los principales obstáculos que impidieron a miles de ciudadanos ejercer su derecho al sufragio. En países como Argentina, Chile, Colombia y España, la lentitud en los procesos de registro y actualización de datos desalentó a muchos que esperaban participar en las próximas elecciones.
Ignacio Ávalos, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), describió el panorama electoral de los venezolanos en el exterior como complicado, atribuyéndolo a la fugaz actualización del Registro Electoral llevada a cabo por el CNE en un corto lapso de tiempo.
De los 7.7 millones de venezolanos residentes en el exterior, apenas 69,000 podrán votar en las elecciones del 28 de julio, lo que representa menos del 1% de la diáspora, según proyecciones del OEV. Este número limitado se debe a diversos factores, como la tardanza en el inicio del proceso de registro, la insuficiencia de puntos de registro en las misiones diplomáticas venezolanas y los requisitos adicionales impuestos por el Gobierno y el CNE.
La coordinadora nacional de la ONG Voto Joven, Wanda Cedeño, lamentó la exclusión de la gran mayoría de la diáspora venezolana en este proceso electoral, donde solo un pequeño porcentaje pudo actualizar sus datos y registrarse para votar. Esta situación ha sido calificada como una vulneración de los derechos políticos de los ciudadanos en el exterior.
Ante las irregularidades presentadas, voceros de la Plataforma Unitaria (PUD) consideran que los hechos ponen en riesgo la democracia al impedir la participación de millones de venezolanos en la elección del próximo presidente de la República.
Para los venezolanos en el exterior, las elecciones presidenciales del 28 de julio representan una fecha crucial para el país y sus familias, ya que esperan con optimismo un cambio político. Algunos anhelan ver a Venezuela prosperar nuevamente, mientras que otros sueñan con regresar a su tierra natal.
En medio de esta situación, la participación de los venezolanos en el exterior se ve obstaculizada por diversas circunstancias, como la falta de recursos económicos para trasladarse a los puntos de registro, la ausencia de información clara sobre el proceso y la exigencia de requisitos que muchos no pueden cumplir.
En el caso de los refugiados políticos, como Reinaldo Belandria en Francia, la participación en las elecciones se ve limitada por su estatus legal. A pesar de ello, muchos mantienen la esperanza de que las elecciones en Venezuela puedan traer un cambio positivo para el país.
La lucha y el compromiso de venezolanos como Adriana Flores Márquez en Argentina reflejan la determinación de la diáspora en contribuir al cambio político en su país. A pesar de las adversidades, muchos continúan trabajando para lograr una Venezuela próspera y democrática.