Los faros del vehículo son un elemento fundamental que debe estar en óptimas condiciones para garantizar una correcta iluminación durante la conducción. La suciedad, los insectos y el polvo de la carretera pueden afectar la eficacia de las luces, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidentes, especialmente en situaciones de poca visibilidad.
Para mantener los faros en buen estado, existen diversas opciones como el pulido profesional, sin embargo, esta alternativa puede resultar costosa. Por ello, te presentamos un truco casero que utiliza ingredientes accesibles y económicos: aceite y bicarbonato.
¿Cómo pulir los faros del coche sin gastar dinero?
Para llevar a cabo este truco casero, solo necesitas bicarbonato de sodio y aceite de oliva, dos ingredientes comunes en cualquier hogar. Mezcla ambos en un recipiente hasta obtener una pasta y luego limpia los faros con agua y jabón antes de aplicar la mezcla con un cepillo de dientes viejo.
Deja actuar la pasta durante unos 10 a 15 minutos, dependiendo del nivel de suciedad de los faros, y luego enjuaga con agua tibia. Finalmente, seca con un paño suave para eliminar los restos de pasta y comprueba la mejoría en la iluminación de tu vehículo.
Con este sencillo truco casero, podrás mantener tus faros en excelentes condiciones sin necesidad de recurrir a costosos servicios de pulido. Asegúrate de realizar esta limpieza periódicamente para garantizar una óptima visibilidad durante la conducción nocturna.