Los estudios científicos han revelado que el estrés y la ansiedad son problemas sociales latentes en pleno 2024. Ante esta realidad, se han buscado diversas alternativas para combatir estos inconvenientes, y recientemente se ha descubierto que la limpieza del hogar puede ser una de las técnicas más efectivas. A pesar de parecer sorprendente, tareas como pasar el trapo, ordenar la habitación y lavar trastes y vasos sucios pueden ser de gran ayuda para la mente.
La limpieza como aliada contra el estrés y la ansiedad
Según investigaciones científicas, mantener ambientes limpios y ordenados puede contribuir significativamente a la reducción del estrés y la ansiedad, mejorando así el bienestar emocional. Es en este contexto donde surge el concepto de “cleanfulness”, que implica utilizar las tareas del hogar como un medio para relajarse y experimentar sensaciones de paz y tranquilidad. Esta práctica está ganando cada vez más adeptos.
Por lo tanto, adoptar hábitos de limpieza diarios puede ser clave para reducir el estrés. La explicación radica en que vivir en entornos sucios y desordenados puede generar angustia, por lo que es fundamental dedicar tiempo a limpiar y ordenar. Entre las tareas de limpieza esenciales para combatir estas emociones, se encuentran:
- Hacer la cama: Estirar las sábanas y los acolchados de la cama tras levantarse puede aportar una sensación de orden y control desde las primeras horas del día.
- Barrer: Mantener el suelo limpio favorece un ambiente saludable, por lo que es importante eliminar el polvo, la suciedad y los desechos tanto del suelo como de las alfombras.
- Reducir el desorden visual: Organizar y ordenar espacios visuales como mesas, escritorios o estanterías para eliminar objetos innecesarios o fuera de lugar puede generar tranquilidad mental y visual, reduciendo significativamente el estrés y la ansiedad.