El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos anunció el 11 de julio que la banda criminal venezolana Tren de Aragua ha sido declarada como una «organización delictiva transnacional». Este grupo delictivo, que surgió en la cárcel de Tocorón, ha expandido sus operaciones a varios países de América Latina e incluso ha establecido presencia en Estados Unidos.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) emitió un comunicado de prensa en el que señaló que la designación del Tren de Aragua como organización delictiva transnacional significativa resalta la creciente amenaza que representa para las comunidades americanas. Según el subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson, el grupo es una grave amenaza para la región debido a sus actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la trata de personas, la minería ilegal y la extorsión.
Declaraciones sobre el Tren de Aragua
La Ofac afirmó que el Tren de Aragua representa una seria amenaza delictiva para la región, explotando redes transnacionales para el tráfico de personas, en especial mujeres y niñas migrantes, para su explotación sexual y laboral. Además, señalaron que cuando las víctimas intentan escapar, los miembros del grupo suelen asesinarlas y publicar sus muertes como una advertencia a otros.
Países como Chile y Colombia han denunciado la presencia de miembros del Tren de Aragua en sus territorios. Recientemente, la Policía colombiana detuvo a uno de los cabecillas y fundadores del grupo, conocido como “Larry Changa”, por delitos que incluyen terrorismo, tráfico de armas y municiones, extorsión agravada y secuestro, según el Ministerio de Defensa colombiano.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha ofrecido recompensas por información que conduzca a la captura o condena de varios líderes del Tren de Aragua en casos de crimen transnacional organizado. Se han implementado sanciones financieras contra las actividades del grupo y aquellos que participen en sus operaciones criminales.
En marzo, congresistas estadounidenses, liderados por el senador Marco Rubio y la congresista María Elvira Salazar, solicitaron la designación del Tren de Aragua como organización delictiva transnacional. Posteriormente, se sumaron más legisladores a esta petición.