Experto advierte sobre ciclo de violencia política en EE.UU.
El politólogo Robert Pape, director del Proyecto sobre Seguridad y Amenazas en la Universidad de Chicago, no se sorprendió por el intento de asesinato del expresidente Donald Trump. Según una encuesta reciente, Pape advierte sobre un patrón de violencia política creciente en Estados Unidos, reflejado en el ataque en un mitin en Pensilvania.
El sospechoso de disparar a Trump fue abatido por agentes del Servicio Secreto, dejando un espectador muerto y dos heridos graves. Mientras tanto, líderes políticos y el presidente Joe Biden condenaron la violencia y se iniciaron investigaciones sobre los motivos del atacante.
Pape destaca la necesidad de que los líderes políticos insten a sus seguidores a expresar su descontento a través del voto, en lugar de recurrir a la violencia. Advierte sobre un posible ciclo de violencia política en un ambiente electoral volátil en Estados Unidos.
Entrevista con Robert Pape
Pape, especialista en violencia política en EE.UU., revela que una encuesta reciente encontró que el 10% de los adultos estadounidenses apoyan el uso de la fuerza para evitar que Trump regrese a la presidencia, mientras que el 7% apoya la fuerza para restaurarlo.
Este experto, que ha alertado a las autoridades sobre los resultados de la encuesta, señala que el atentado contra Trump es una manifestación de la ira violenta de una parte significativa de la población. Advierte sobre posibles represalias y un ciclo de violencia política en el país.
Pape sitúa el inicio de esta espiral de violencia en la pandemia, con disturbios por la muerte de George Floyd y el motín en el Capitolio el 6 de enero. Advierte sobre la fragilidad de la situación política en EE.UU. y la posibilidad de más actos violentos en los meses venideros.
En los últimos meses, hemos sido testigos de disturbios masivos en los campus universitarios estadounidenses a favor de los palestinos, algunos de los cuales se volvieron violentos con ataques a edificios. Paralelamente, hemos presenciado un aumento en las amenazas violentas dirigidas a miembros del Congreso, tanto demócratas como republicanos.
Además, hemos visto ataques de lobos solitarios, como el intento de asesinato contra el juez Brett Kavanaugh de la Corte Suprema en 2022, y un reconocimiento cerca de la casa del expresidente Barack Obama el verano pasado.
Estos hechos reflejan un patrón creciente de violencia política en Estados Unidos, respaldado por un aumento en el apoyo a la violencia política entre la población. No es común ver un intento de asesinato contra un presidente o expresidente desde 1981, lo que indica un ciclo intenso de violencia política en el país que parece estar empeorando.
Los líderes políticos de todo el espectro, incluidos el presidente Biden y los expresidentes Obama, George W. Bush y Jimmy Carter, han condenado estos actos de violencia. Esta situación podría ser una oportunidad para establecer límites claros sobre lo que se acepta y lo que no en la democracia estadounidense.
Es fundamental que los líderes políticos condenen la violencia política de manera proactiva y constante, redirigiendo la ira hacia el voto como una forma legítima de expresión. La retórica política puede influir en el apoyo a la violencia política, por lo que es esencial que se hagan llamamientos claros a favor de la paz y la democracia.
En este sentido, es crucial que los políticos se comprometan a promover un discurso político constructivo y a trabajar juntos para calmar las aguas en un momento de intensa polarización política en Estados Unidos. En un contexto de incertidumbre y tensión, surge la pregunta: ¿Debemos esperar más incidentes y violencia en el futuro cercano? La respuesta no es sencilla, ya que la ciencia política no se basa en predicciones exactas. Lo que sí sabemos es que existe un terreno propicio para la violencia, donde las palabras pueden encender la mecha de una situación explosiva.
Estamos transitando por un periodo delicado y peligroso, sin una certeza absoluta sobre lo que vendrá. Cualquier intento de predecir con total seguridad lo que sucederá no es más que una especulación. Lo que sí podemos afirmar es que nos encontramos en una zona de alto riesgo, donde la prudencia y la precaución son fundamentales para evitar consecuencias lamentables.
En este contexto, es vital tomar medidas preventivas y no dar por sentado que todo transcurrirá sin contratiempos. La situación actual exige estar alerta y preparados para afrontar posibles escenarios adversos.
Con información de efectococuyo.com