El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha manifestado su descontento ante el informe presentado por el Centro Carter respecto a las elecciones presidenciales. En sus declaraciones, Maduro cuestiona la imparcialidad de este centro, mencionando que los informes ya estaban redactados antes de ser presentados. Además, critica la falta de pronunciamientos por parte de la Unión Europea y otros países ante las denuncias de fraude electoral en Estados Unidos durante las elecciones que llevaron a la presidencia a Joe Biden.
En cuanto a las relaciones con Estados Unidos, Maduro señala que el gobierno venezolano ha negociado de buena fe, pero la élite estadounidense ha participado en planes para desestabilizar el país. A pesar de esto, deja abierta la posibilidad de retomar el diálogo si se respetan la soberanía de Venezuela y se detienen las amenazas.
El mandatario también alerta sobre la presencia de migrantes provenientes de Estados Unidos con planes violentos al regresar a Venezuela. En este sentido, acusa a Estados Unidos de no cumplir con los acuerdos establecidos y de enviar migrantes con intenciones beligerantes al país.
Actos violentos
Maduro reitera su preocupación por los intentos de la oposición de tomar el poder a través de una campaña internacional que podría llevar a la intervención extranjera en Venezuela. Asegura que el país no caerá en manos del fascismo ni de potencias extranjeras, y se compromete a no colaborar con organismos internacionales que busquen dañar a Venezuela.
Por otro lado, denuncia la presencia de individuos violentos que han atacado almacenes de comida, centros clínicos públicos y líderes populares. Asimismo, menciona la captura de la mayoría de los culpables y detalla planes para generar caos en el país, como el intento de afectar el suministro eléctrico a través del ataque al Guri.
En resumen, Nicolás Maduro hace un llamado a la paz y la estabilidad en Venezuela, rechazando cualquier intento de desestabilización interna o externa.
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