Expertos en salud y longevidad afirman que existen ciertos hábitos esenciales para llevar una vida próspera y alcanzar una longevidad plena, especialmente después de los 55 años. Estos comportamientos no solo mejoran la salud y el bienestar, sino que también pueden ser beneficiosos si se implementan antes de esa edad.
¿Cuáles son los hábitos clave después de los 55 años?
La actividad física es fundamental para el bienestar general. Es crucial realizar ejercicios bajo la supervisión de un experto, ya que a esta edad somos más propensos a sufrir lesiones. En caso de no poder acceder a un entrenador personal, se pueden realizar actividades sencillas sin costo alguno, como subir escaleras, caminar para hacer compras o pasear por un parque amplio. Estas acciones ayudarán a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, problemas de movilidad y obesidad.
Además del ejercicio físico, es importante estimular el cerebro y las funciones cognitivas. Se recomienda realizar crucigramas, juegos mentales y desafíos visuales que estimulen el pensamiento. También se puede recurrir a acertijos disponibles en redes sociales para mantener la mente activa.
Otro hábito esencial es garantizar un descanso óptimo. Estudios revelan que dormir al menos 7 horas diarias ayuda a prevenir la depresión y la diabetes. Además, un buen descanso contribuye a mantener un estado de ánimo positivo durante todo el día.
La meditación es otra práctica recomendada para alcanzar una longevidad plena. Esta técnica ayuda a controlar el estrés y promueve la relajación del cuerpo, reduciendo la presión arterial, estimulando el sistema inmunológico, regulando los niveles de azúcar en sangre y mejorando el estado de ánimo. Asimismo, se aconseja la práctica de yoga como complemento para mantener la salud física y mental en la tercera edad.