El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, instó al Gobierno de Venezuela a rechazar dos proyectos de ley que buscan regular el funcionamiento de las organizaciones no gubernamentales y de las redes sociales. Türk expresó su preocupación por el impacto negativo que estas leyes tendrían en los derechos humanos y en la democracia en general.
La Presidencia de la Asamblea Nacional, de mayoría chavista, tiene previsto aprobar en segunda discusión el primer proyecto el 13 de agosto, mientras que el segundo se encuentra en preparación, luego de que el presidente Nicolás Maduro señalara a WhatsApp, Instagram y TikTok como instrumentos que promueven el odio y el fascismo.
“Insto a las autoridades a que no adopten estas u otras leyes que socaven el espacio cívico y democrático en el país”, solicitó Türk.
Türk pide liberación de detenidos
En el contexto de las protestas y la respuesta de las fuerzas del orden, Türk pidió la liberación de todas las personas detenidas arbitrariamente y el respeto de las garantías judiciales en los procesos. También denunció la cancelación de pasaportes como represalia por el trabajo realizado por algunas personas.
Además, señaló la circulación de listas en redes sociales con nombres de personas buscadas por supuestamente promover la violencia, incluyendo miembros de la oposición y periodistas.
“También hay llamamientos de las autoridades para que se presenten denuncias en contra de quienes participaron en supuestos actos criminales, que incluiría actividades legítimas, como participar en asuntos públicos, manifestarse pacíficamente o ejercer el derecho a la libertad de expresión”, declaró.
En relación con las manifestaciones, Türk denunció el elevado y continuo número de detenciones arbitrarias y el uso desproporcionado de la fuerza reportados tras las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
Según declaraciones oficiales, más de 2.400 personas están presas en el marco de esta nueva crisis en Venezuela.
La portavoz de Türk, Ravina Shamdasani, confirmó que desde el cierre de la oficina de la ONU en Caracas, han mantenido conversaciones para reanudar el trabajo en el terreno, y que estos contactos se mantienen después de las elecciones “a distintos niveles”.
Actualmente, el personal de la ONU, expulsado de Venezuela en febrero, trabaja desde Panamá siguiendo la situación de derechos humanos.
Con información de efectococuyo.com