El Gobierno de Estados Unidos ha expresado su preocupación por la falta de transparencia en las elecciones presidenciales de Venezuela, que se llevaron a cabo hace más de tres semanas. Se han negado a publicar las actas que validan los resultados, lo que ha llevado a Estados Unidos a amenazar con tomar medidas contra aquellos que faciliten el fraude.
El secretario adjunto del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, ha declarado en sus redes sociales que “Estados Unidos exigirá responsabilidades a aquellos que faciliten el fraude electoral y la represión. La voluntad del pueblo venezolano debe ser respetada”. Nichols ha señalado directamente a Nicolás Maduro y a sus representantes por negarse a publicar las actas “originales” que reflejarían las verdaderas aspiraciones de la ciudadanía.
Esta postura de Estados Unidos se suma al rechazo internacional hacia lo ocurrido en Venezuela, con varios países exigiendo una solución al conflicto electoral en la nación. Nichols también ha cuestionado la ley contra las ONG promovida por el gobierno de Maduro, argumentando que socava la democracia en Venezuela y aísla aún más al presidente Maduro de la comunidad internacional.
La respuesta chavista
El ministro de Relaciones Exteriores de Nicolás Maduro, Yván Gil, ha acusado al subsecretario Brian Nichols de conspirar contra Venezuela y de recibir financiamiento oscuro para difundir mensajes en su contra. A pesar de afirmar que la conspiración ha fracasado, Gil ha acusado a Nichols de actuar como un “sicario”.
Gil ha pedido que se investigue la conducta de Nichols y el origen de los recursos utilizados para promover mensajes en contra de Venezuela. Además, ha señalado la injerencia estadounidense en los asuntos internos del país al referirse a las declaraciones de Nichols sobre la negativa de Maduro de publicar las actas originales.
Con información de efectococuyo.com