La oposición venezolana mantiene unidad ante la salida forzada de Edmundo González Urrutia
Tras la forzada salida de Edmundo González Urrutia de Venezuela, acusado de persecución política, el gobierno en Miraflores ha intentado imponer la idea de una supuesta fractura dentro de la oposición, afirmando que el exdiplomático solicitó asilo en España por decisión propia, escapando de la “extrema derecha” liderada por María Corina Machado.
Los recientes comunicados de González Urrutia, con aparentes contradicciones sobre su futuro político en el exilio, parecen respaldar la narrativa promovida por voceros del oficialismo para sembrar desesperanza entre los venezolanos que votaron por un cambio político el 28 de julio, señalan analistas.
Consultores en Opinión Pública y Estrategia Política coinciden en la necesidad de una articulación interna y externa dentro de la oposición para evitar que Nicolás Maduro se “autojuramente” el 10 de enero de 2025, a pesar de no haber ganado las elecciones del 28 de julio.
Desviar la atención
Expertos señalan que hablar de una ruptura en la oposición tras el proceso electoral en Venezuela es una estrategia del gobierno para desviar la atención de la derrota sufrida en las elecciones. La salida de González Urrutia no indica necesariamente una fractura en la oposición, sino más bien una táctica para deslegitimar el proceso electoral.
El consultor Raniero Cassoni descarta que la salida de González Urrutia se deba a divisiones internas, y más bien la atribuye a la negativa de reconocer la derrota por parte del gobierno de Maduro, que se mantuvo en el poder con apoyo de los poderes públicos y la Fuerza Armada.
El exilio de González Urrutia plantea incertidumbres sobre la estrategia futura de la oposición, especialmente dada la ambigüedad de sus últimos comunicados desde Madrid.
En sus comunicados desde España, González Urrutia ha prometido continuar la lucha por la democracia y denunció amenazas en su salida del país. A pesar de ciertas contradicciones en sus mensajes, el exdiplomático reafirmó su compromiso con María Corina Machado y la lucha por los objetivos comunes.
Analistas ven en la permanencia de María Corina Machado en Venezuela, a pesar de los riesgos, un factor clave para movilizar a la población y evitar un proceso totalitario en el país.
El reconocimiento de González Urrutia como presidente electo de Venezuela en el Congreso español ha generado expectativas sobre su papel en la arena internacional, donde podría ejercer presión sobre el gobierno de Maduro y reforzar la denuncia de un supuesto fraude electoral.
Clandestinidad y exilio
Para el politólogo Raniero Cassoni, la permanencia de María Corina Machado en Venezuela, a pesar de la clandestinidad y los riesgos, es crucial para movilizar a la población y evitar un escenario totalitario. La presencia de Edmundo González Urrutia en el exterior podría fortalecer la presión internacional sobre Maduro y contribuir a la legitimación de la oposición.
Se espera una reunión entre González Urrutia y Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, lo que marcará el inicio de una gira internacional del exdiplomático. Su papel en el escenario internacional podría ser determinante para la oposición venezolana y la presión sobre el gobierno de Maduro.
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