Habitantes de La Restinga viven en precariedad.
Más de 400 personas residen en La comunidad El Portillo de Leonardo, en el Parque Nacional Laguna de la Restinga, pero la espectacular naturaleza de este espacio natural, contrasta fuertemente con la situación de pobreza de sus residentes.
El mal estado de sus viviendas, las fallas en los servicios públicos y escasas posibilidades de trabajo por la reducida cantidad de turistas que llegan a la zona los hace altamente vulnerables.
María Gregoria Vicent, habitante, afirma que después que obtuvieron la casa a través de Misión Vivienda, no lograron alguna ayuda para mantener su infraestructura, por lo que en la actualidad se encuentran en muy malas condiciones. Señala que su modo de vida es la extracción de ostras, pero más son las que regresa a su casa que las que vende en el muelle, pues son muy pocos los turistas que visitan el parque.
La situación de los servicios también es una gran calamidad, tanto el agua como la electricidad son sumamente inestables, y el sistema de aguas servidas tampoco funciona a cabalidad.
Les alegra que recientemente la gobernación inauguró una nueva escuela para los 49 niños de la zona, pero solicitan que sea reactivada la comuna ecoturística para tener un posible canal de apoyo para mejorar sus viviendas y adquirir alimentos.