La selección de Venezuela se encuentra al borde del abismo en la eliminatoria sudamericana rumbo al Mundial de Catar 2022. A pesar de que aún queda espacio para dos pasos más, una derrota ante Argentina podría significar un golpe casi definitivo para sus aspiraciones. El recuerdo de la gesta histórica del equipo venezolano hace trece años, cuando derrotaron a Argentina, sigue presente en la mente de muchos.
Los jugadores venezolanos son impredecibles. A veces se disfrazan de dudas, como en los últimos partidos ante Bolivia y Uruguay, pero en otras ocasiones muestran determinación y calidad, como en el encuentro cercano contra Argentina. ¿Podrán conjugar nuevamente aquel verbo victorioso que sorprendió al mundo en 2011?
Mañana, Lionel Messi recordará aquella derrota sufrida en Puerto La Cruz. El astro argentino cayó en la trampa táctica urdida por el entonces técnico de Venezuela, César Farías. El medio campo liderado por Tomás Rincón, Juan Arango y César González neutralizó a Messi y a sus compañeros, demostrando que la Vinotinto podía competir con los grandes.
Tras superar los obstáculos ante Bolivia y Uruguay, Venezuela deberá regresar a su mejor nivel para enfrentar a una Argentina herida por la derrota ante Colombia. Los jóvenes talentos venezolanos, como Alejandro Garnacho, Lautaro Martínez y Julián Álvarez, buscarán poner en aprietos a Messi y compañía.
Después de este desafío, Venezuela tendrá que enfrentarse a Paraguay, un rival complicado que recientemente venció a Brasil. Una derrota ante Argentina no significaría el fin del camino mundialista, pero sí podría complicar las aspiraciones de la Vinotinto. Una victoria, por otro lado, representaría un paso hacia el cielo del fútbol.
Noche para el asombro
El recuerdo de aquella histórica victoria ante Argentina en 2011 sigue vivo en la memoria de los fanáticos venezolanos. Esa noche demostró que el fútbol no es solo para los genios, sino para aquellos que creen en las posibilidades. Jugadores como Lionel Messi, Javier Mascherano, Ángel Di María, junto a figuras menos conocidas como Nicolás Fedor, Juan Arango y Salomón Rondón, protagonizaron un partido épico.
El equipo dirigido por Alejandro Sabella reconoció la superioridad táctica de Venezuela. Fernando Amorebieta, quien en ese momento era objeto de cuestionamientos por su nacionalidad, fue uno de los héroes de la noche. La pelota que rompió la virginidad del arco argentino desató la euforia en todo el país.