La fiscalía recomendará una nueva sentencia para Erik y Lyle Menendez, condenados por el asesinato de sus padres en 1989 en Beverly Hills, lo que podría resultar en su liberación después de 34 años en prisión.
George Gascón, fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, anunció en una conferencia de prensa que la fiscalía propondrá penas de entre 50 años y cadena perpetua para los hermanos.
Debido a su edad al cometer los crímenes, menores de 26 años, podrían optar por libertad condicional de inmediato, según Gascón.
“Creo que, legalmente, es apropiado reconsiderar la sentencia”, indicó Gascón.
Los fiscales presentarán la solicitud en tribunal el viernes, aunque algunos miembros de la fiscalía se oponen y podrían impugnar la decisión a medida que avanza el caso.
Erik y Lyle Menendez fueron sentenciados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Lyle, de 21 años al momento del crimen, y Erik, de 18, admitieron el asesinato a tiros de su padre, Jose Menendez, empresario del entretenimiento, y su madre, Kitty Menendez.
Los hermanos alegaron que temían por sus vidas, ya que creían que sus padres planeaban matarlos para encubrir el abuso sexual de Erik por parte de su padre durante años.
Defensores de los Menendez han abogado por su liberación, argumentando que en la actualidad, con mayor conciencia sobre el abuso sexual, los hermanos no habrían sido condenados por homicidio en primer grado ni a cadena perpetua.
Varios familiares, incluida la tía de los hermanos, Joan Andersen VanderMolen, han respaldado públicamente la liberación de los hermanos.
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