Un grupo de 48 reclusos se encuentra en su segundo día de huelga de hambre en los calabozos de la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Barquisimeto, estado Lara. La protesta se debe al hacinamiento extremo y el prolongado retardo procesal que enfrentan en este centro de detención.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), los privados de libertad exigen un plan de traslado a centros penitenciarios adecuados, ya que consideran que las condiciones actuales no son aptas para una reclusión digna.
La ONG hizo un llamado al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo para que intervengan urgentemente en esta delicada situación que viven los reclusos en los calabozos del Cicpc, los cuales no cuentan con servicios básicos ni espacio suficiente para una detención prolongada.
Normas internacionales y crisis en el sistema de justicia
Según las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, los reclusos tienen derecho a una celda individual y condiciones mínimas de habitabilidad. Sin embargo, la realidad en los calabozos del Cicpc en Barquisimeto dista mucho de cumplir con estos estándares, exponiendo a los detenidos a insalubridad, violencia y deterioro físico y mental.
El hacinamiento en los calabozos del Cicpc en Barquisimeto es solo una muestra de la crisis más amplia que atraviesa el sistema de justicia venezolano. Datos de organizaciones como Una Ventana a la Libertad revelan un alarmante nivel de hacinamiento en los calabozos policiales, violando normativas internacionales que garantizan el trato digno a los reclusos.
Huelga de hambre como medida de presión
La huelga de hambre, como medida extrema adoptada por los reclusos, pone en riesgo su salud física y mental, ya deteriorada por la falta de alimentos adecuados, agua potable y atención médica. La organización ha denunciado estas condiciones ante instancias de derechos humanos, resaltando la vulneración de la integridad de los detenidos.
Hasta el momento, las autoridades locales no se han pronunciado al respecto, lo que aumenta la incertidumbre y el riesgo para los reclusos. La situación de los privados de libertad en huelga de hambre en Barquisimeto sigue sin resolverse, generando preocupación en la comunidad.