El impacto de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos es innegable y tendrá repercusiones significativas tanto para el país norteamericano como para el resto del mundo, especialmente en América Latina.
El triunfo electoral de Trump confirma su postura basada en el aislacionismo y el proteccionismo en la política exterior de Estados Unidos. Sus decisiones tendrán un impacto determinante en el orden mundial y en los diversos asuntos que marcan la realidad internacional actual.
Según el analista político Sergio Sánchez, la mayoría de los votantes de Trump son trabajadores que sienten que sus salarios no les permiten vivir adecuadamente en EE. UU., debido al aumento del costo de vida.
En relación a Venezuela, Sánchez señala que el gobierno de Nicolás Maduro prefería que Trump resultara vencedor, ya que consideraba más factible entablar negociaciones con el recién electo presidente que con un gobierno liderado por Kamala Harris.
Para Trump, América Latina nunca ha sido una prioridad en su política exterior. Durante su mandato, mantuvo una postura firme hacia Venezuela al reconocer a Juan Guaidó como el “presidente encargado”.
El analista sugiere que es probable que Trump busque llegar a acuerdos con el gobierno de Maduro para abordar asuntos como la migración, a pesar de que no tiene un interés real en encontrar una solución para la crisis en Venezuela.
En cuanto a las posibles negociaciones entre Trump y Maduro, Sánchez menciona que hay una corriente dentro del partido republicano que se muestra reacia a llegar a un acuerdo con el gobierno venezolano.