Después de una década de ausencia en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), Yangervis Solarte regresa para jugar con los Tiburones de La Guaira. El versátil jugador ha tenido un excelente desempeño en lo que va de la temporada, destacándose en los principales aspectos ofensivos del equipo litoralense.
En 21 juegos disputados, Solarte es una pieza clave en el line up dirigido por Oswaldo Guillén, con un promedio de bateo de .325 (el segundo mejor del equipo), liderando en carreras impulsadas con 20, en segundo lugar en cuadrangulares con cuatro, tercero en carreras anotadas con 14 y cuarto en hits con 25.
En una entrevista con Líder en Deportes, Solarte expresó su alegría por regresar a jugar en Venezuela después de diez años.
“Son muchos sentimientos encontrados, pasaron 10 años desde que no jugaba en Venezuela. Al final de mi carrera, es muy importante para mí hacer lo mejor posible y ayudar al equipo en todo lo que pueda”, dijo Solarte.
El jugador también destacó la energía y la química en el dugout como clave del éxito del equipo, independientemente de las circunstancias.
“La energía ha sido fundamental. Todos trabajamos juntos por el mismo objetivo y nos llevamos muy bien en el dugout. Al final de la temporada estaremos en los playoffs (…) la competencia siempre estará presente, respeto a cada equipo, pero me concentro en el día a día, haciendo lo que se debe hacer y jugando como se debe”, afirmó Solarte.
Respeto por el juego
Con experiencia en la MLB, la liga mexicana, la liga japonesa y ahora en Venezuela, Solarte destaca la importancia de respetar el juego y darlo todo en el terreno de juego.
“En cada liga que juego, doy un respeto importante. Como profesional, siempre hay que trabajar duro, y esa ha sido una característica en mis casi 20 años en este deporte (…) uno debe mostrar disciplina y trabajo duro en cada lugar donde juegue béisbol”, dijo el jugador de los Tiburones.
Solarte también mencionó que el béisbol le ha ayudado a superar dificultades personales y profesionales a lo largo de su carrera.
“Cuando sales al terreno de juego, aprendes a separar emociones, te enfocas en el partido y agradeces poder hacer lo que te gusta”, concluyó el guardabosque.