9 días de interrupcion eléctrica.
Nueva Esparta sigue bajo la aplicación de un severo plan de administración de carga por parte de la estatal Corpoelec.
Habitantes aseguran estar angustiados por las pérdidas económicas y el desconocimiento del tiempo que se mantendrá la situación. Aseguran que sienten afectada la salud pues desde el sábado se han intensificado los lapsos sin servicio eléctrico.
Ante el prolongado problema, las consecuencias impactan a todos los sectores. Las clases están limitadas, las instituciones públicas trabajan en horario reducido, los centros comerciales también dependen del funcionamiento de plantas y los hoteles dividen las áreas para atender a los huéspedes.
En el centro de Porlamar, los pequeños comerciantes buscan la manera de mantenerse activos. Anderson Volcanes, vende frutas y está haciendo tizana. Alí Garín, vendedor, dice que la gente manifiesta malestar. Euneliz Gómez, señala que pasa la noche echándole aire a su niño pequeño.
La situación más difícil la tienen los frigoríficos para mantener la cadena frío, de hecho ya reportan pérdida de mercancía y como estrategia mudan el producto a lugares donde puedan refrigerar pero aumentan los costos, y están limitando la compra de más alimentos.
Mientras se mantiene la incertidumbre del tiempo que proseguirá el problema.