La elección de la fecha para colocar el árbol de Navidad y atraer buena suerte cobra un significado especial según Mhoni Vidente, quien afirma que este acto no solo es decorativo, sino un ritual cargado de simbolismo y espiritualidad. A través de la tradición de adornar el árbol y llevar a cabo un ritual, se busca conectar con la prosperidad en el hogar.
Mhoni Vidente sugiere que el mejor día para poner el árbol de Navidad es el domingo 1° de diciembre. Esta fecha marca el inicio simbólico del recorrido de María y José hacia Belén, culminando con la celebración de la Navidad. Según la astróloga, esta elección no solo respeta la tradición, sino que también abre un espacio para atraer energía positiva durante todo el mes, sugiriendo la inclusión de colores clave que se pueden combinar con un ritual mágico.
Además del ritual propuesto por Mhoni Vidente, hay otros aspectos que contribuyen a la buena suerte al decorar el árbol de Navidad. La elección de un árbol natural puede añadir una conexión con la naturaleza y un agradable aroma, mientras que una iluminación cálida realza la decoración y crea un ambiente acogedor. Situar el árbol en un lugar central del hogar garantiza que sea apreciado y permite que las energías fluyan libremente.
El ritual para atraer buena suerte con el árbol de Navidad, según Mhoni Vidente
Mhoni Vidente comparte un ritual especial que acompaña la tradición de colocar el árbol de Navidad, el cual busca atraer buena suerte y prosperidad al hogar. Aunque sugiere realizarlo el 1° de diciembre, este ritual es un complemento ideal para maximizar las energías positivas de la temporada navideña. Utilizando elementos como manzanas rojas, arroz blanco, canela y monedas, el objetivo es atraer abundancia, amor y estabilidad económica.
El ritual implica colocar tres manzanas rojas sobre un plato de vidrio o barro forrado con papel aluminio, con una base de arroz blanco. Alrededor de las manzanas, se disponen siete monedas de la misma denominación, simbolizando la atracción de riqueza. Luego, se espolvorea canela sobre las manzanas y se rocía con perfume personal para impregnar el ritual de energía individual.
Este plato debe colocarse discretamente detrás del árbol de Navidad o debajo de la cama, permitiendo que su efecto energético actúe de manera sutil. Es fundamental mantener el ritual hasta el 30 de diciembre, fecha en la que las manzanas se desechan, liberando así las energías acumuladas.