La isla de Margarita, conocida como la perla del Caribe, enfrenta una crisis económica marcada por hoteles en ruinas y apagones, mientras comerciantes luchan por revitalizar el turismo y la economía local.
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La Isla de Margarita: Entre la Crisis y la Esperanza
La isla de Margarita, conocida como la perla del Caribe y un importante destino turístico en Venezuela, enfrenta serios desafíos económicos. Hoteles en ruinas y apagones frecuentes son el triste recordatorio de un pasado más brillante. Un hotel abandonado, con paredes descoloridas, resalta en el corazón comercial de la isla, testigo de la crisis que ha afectado a sus 500,000 habitantes.
Años de crisis económica, cortes eléctricos y la pandemia de coronavirus han opacado el esplendor de esta isla, que una vez atrajo a turistas con sus playas paradisíacas y productos libres de impuestos. Recientemente, la isla sufrió un racionamiento eléctrico severo tras una explosión en una instalación de gas que alimenta las termoeléctricas locales.
Margarita hoteles en ruinas y apagones
Juan Caimán, un comerciante decidido a no abandonar su hogar, expresa: «Yo no me quedo atrás, yo trabajo». A pesar de la adversidad, los comerciantes como él luchan por revitalizar la avenida Santiago Mariño, un centro comercial en Porlamar.
Fadwa Hage, propietaria de una tienda de indumentaria, comenta sobre la llegada de nuevos negocios a la zona. Sin embargo, la nostalgia por los días de gloria persiste. «Esto parece un desierto. No es la Margarita de hace años», lamenta José Padobani, un barman de 26 años que siente tristeza al caminar por la avenida solitaria.
Mientras tanto, el gobierno intenta reactivar el turismo, promoviendo la llegada de turistas rusos y de otras nacionalidades con paquetes todo incluido. Sin embargo, muchos lugareños sienten que estos turistas no contribuyen significativamente a la economía local.
A pesar de los desafíos, los comerciantes de Margarita mantienen la esperanza. Crismar López, que vende comida en un pequeño kiosco, dice: «Seguimos en pie de lucha». Hage también es optimista: «Tenemos costa, tenemos playa, hay muchísimas actividades para invertir».
La historia de la isla de Margarita es un testimonio de resiliencia frente a la adversidad, donde la lucha por recuperar su esplendor continúa.