El líder rebelde proclamó una victoria trascendental que marca el inicio de una nueva era para la umma islámica y toda la región. Abou Mohammed Al Jawlani, en su discurso, culpó al exgobernante del sufrimiento de millones de ciudadanos dentro y fuera de Siria, recordando las injusticias cometidas y el apoyo iraní al régimen de Assad.
Al referirse a la prolongada guerra civil en Siria, Al Jawlani destacó que la lucha ahora se centra en construir una nación digna de los sacrificios de su pueblo. Más de medio millón de personas han perdido la vida en este conflicto, mientras que 6,8 millones se encuentran refugiadas en otros países, según cifras de la ONU.
En un gesto simbólico, el líder rebelde eligió la histórica mezquita de los Omeyas en Damasco para pronunciar su mensaje de victoria. Este templo, considerado el cuarto sitio más importante para el islamismo, ha sido testigo de importantes eventos religiosos y políticos en el pasado.
A pesar de su discurso conciliador, las dudas persisten en torno a las intenciones de Al Jawlani y su organización, Hayat Tahrir al Sham (HTS), que tiene raíces en Al Qaeda. A lo largo de los años, el líder rebelde ha intentado cambiar la percepción de su grupo para ser aceptado como una alternativa al régimen de Assad, aunque su pasado terrorista genera preocupaciones tanto dentro como fuera de Siria.