Rafael Louzán se alzó como el nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) para el ciclo 2024-2028, luego de obtener 90 votos en comparación con los 43 de Salvador Gomar en la primera votación de la Asamblea General compuesta por 138 miembros. Hubo también cuatro votos en blanco y uno nulo durante el proceso.
El dirigente gallego, nacido en Ribadumia, Pontevedra en 1967, quien ha presidido la federación territorial de Galicia desde 2014 y ha ocupado cargos políticos como presidente del PP en Pontevedra y de la Diputación Provincial, se posicionó como favorito al recibir el apoyo mayoritario de las federaciones territoriales y presentar la mayor cantidad de avales, con un total de 51.
El resultado final de la votación reflejó 90 votos a favor de Louzán y 43 para Gomar, quien logró mejorar su cifra de avales de 25. El proceso de votación se llevó a cabo en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol, con la excepción de algunos asambleístas como el entrenador del Oviedo Javi Calleja y los futbolistas Pedro Alcalá del Cartagena y Toni Lato del Real Mallorca, que no pudieron asistir. El escrutinio tuvo una duración de aproximadamente 23 minutos.
La designación de Louzán como presidente fue respaldada por Pedro Rocha, quien asumió el cargo tras la inhabilitación impuesta por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) al anterior presidente por excederse en sus funciones. Sin embargo, la elección de Louzán ha generado cierta incertidumbre debido a su pasado en la Diputación de Pontevedra, donde fue condenado a siete años de inhabilitación en 2021 por fraude a la administración y prevaricación, aunque fue posteriormente absuelto del delito de fraude por la Audiencia Provincial.
En estas elecciones, en las que se presentó como candidato el economista Juanma Morales, no logró reunir los 15 avales mínimos requeridos y decidió no sumarse al proyecto de Gomar. Estas elecciones marcan la cuarta ocasión en la que se elige un nuevo presidente desde la dimisión de Luis Rubiales en septiembre de 2023, tras su inhabilitación por la FIFA debido a su comportamiento en la final del Mundial femenino.