El Gobierno argentino denunció el martes al Ejecutivo de Nicolás Maduro en Venezuela por retener extranjeros como rehenes para garantizar su impunidad ante la toma de poder del 10 de enero. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó en una entrevista radial que el régimen venezolano está acumulando prisioneros, incluido un gendarme argentino, Nahuel Gallo, junto a ciudadanos de otras nacionalidades.
Bullrich detalló que el Gobierno de Maduro mantiene como rehenes a ciudadanos de diez países diferentes, entre ellos estadounidenses, españoles, uruguayos, brasileños y colombianos, además del gendarme argentino. La ministra llamó a una acción conjunta de los países afectados para tomar decisiones concretas frente a esta situación, calificando la retención de extranjeros como un acto de guerra contra las naciones democráticas.
La tensión entre Argentina y Venezuela se intensificó aún más con la captura de un chofer de la embajada argentina en Caracas. Según Bullrich, Venezuela busca negociar la liberación de estos rehenes como lo hizo con EE.UU. en el pasado. En respuesta, el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, acusó al gendarme argentino Gallo de cumplir una misión en el país sin ofrecer detalles específicos.
Las autoridades argentinas informaron que Gallo ingresó a Venezuela desde Colombia para visitar a su familia y a su pareja, siendo detenido por la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela. Ante estas acusaciones, Bullrich rechazó las acusaciones y calificó a Cabello como un dictador despiadado, asegurando que harán todo lo posible por traer de vuelta a Gallo a Argentina.