El próximo gobierno de Donald Trump en Estados Unidos no adoptará una postura aislacionista en su política exterior hacia América Latina. Según tres analistas en temas internacionales, se espera una aproximación activa e intensa, especialmente con países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Durante un diálogo titulado “Trump 2.0: Perspectivas y desafíos para Centroamérica, Cuba y Venezuela”, organizado por Expediente Abierto y Análisis Político, la exdirectora del Programa para América Latina del Wilson Center, Cynthia Arnson, señaló que la designación del senador republicano Marco Rubio como secretario de Estado asegurará una atención especial hacia Latinoamérica con un enfoque duro hacia Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Arnson prevé que Trump revocará las licencias para exportar petróleo y gas de Venezuela, así como impondrá sanciones más severas al gobierno de Nicolás Maduro, con la esperanza de que las medidas económicas tengan un impacto en el desarrollo político del país.
En el caso de Nicaragua, Arnson mencionó que Washington está molesto debido a que la mayoría de las exportaciones del país centroamericano van hacia Estados Unidos bajo el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA). Se espera que se utilicen diversas herramientas para evitar que Nicaragua continúe beneficiándose del mercado estadounidense.
En cuanto a Cuba, se espera una política exterior de Estados Unidos que aumente la presión económica sobre la isla, considerando su actual situación de escasez económica y cortes de electricidad.
Por otro lado, el profesor Evan Ellis, del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, destacó que Trump buscará aislar a los países que representen amenazas para Estados Unidos, especialmente Cuba, Nicaragua y Venezuela. Se espera que haya poca tolerancia para negociar con dictadores en la región, y se harán esfuerzos para contrarrestar la influencia de potencias como China, Rusia e Irán en el Hemisferio Occidental.
En relación a Centroamérica, se prevé una mejor relación de Trump con Costa Rica, El Salvador y Panamá, mientras que las relaciones con Guatemala serían menos favorables, y se espera una actitud negativa hacia Honduras y Nicaragua.
Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, indicó que durante el gobierno de Trump, la prioridad en temas de democracia, institucionalidad y Estado de Derecho en Centroamérica disminuirá. Se espera una postura antidictatorial hacia Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Honduras, y existe la posibilidad de que Estados Unidos congele su ayuda externa a Centroamérica debido a la creciente relación con China o para renegociar el CAFTA.
Orozco también señaló que no comparte la perspectiva de que China esté buscando apropiarse de América Latina, sino que su presencia en la región genera tensiones comerciales con Estados Unidos.