El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, no dudó en calificar a su homóloga argentina, Patricia Bullrich, como “fascista” y “enferma de odio” en respuesta a las críticas de esta última por la detención de un gendarme argentino en Venezuela. Según Cabello, el gendarme Nahuel Gallo fue arrestado por presuntos “planes terroristas” al llegar al país, contradiciendo así la versión del gobierno argentino de que solo estaba de visita con su familia.
Durante su programa televisivo semanal, Cabello reiteró la postura oficial del gobierno chavista y defendió la detención de Gallo, alegando que las autoridades venezolanas actuaron en base a la seguridad nacional. Asimismo, el ministro citó un caso reciente de turistas extranjeros inspeccionados en La Victoria, Aragua, como ejemplo de la rigurosidad de las medidas de seguridad en el país.
Por su parte, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, acusó al gobierno venezolano de retener a ciudadanos extranjeros como “rehenes” para fines de negociación internacional. Ante estas acusaciones, Cabello respondió cuestionando la veracidad de las intenciones de Gallo al visitar a su familia en Venezuela, señalando discrepancias en la historia relatada por la funcionaria argentina.
Desde que asumió su cargo, Cabello ha anunciado la detención de varios ciudadanos de distintas nacionalidades, a quienes ha vinculado con presuntas conspiraciones contra el presidente Nicolás Maduro. Estos arrestos han generado tensiones con diversos países y han sido objeto de controversia en el ámbito internacional.
En resumen, la disputa entre Cabello y Bullrich refleja las tensiones políticas y diplomáticas entre Venezuela y Argentina, así como la percepción divergente de ambos gobiernos respecto a los acontecimientos recientes en la región.