Porlamar, municipio Mariño, enfrenta una preocupante realidad que afecta tanto a sus habitantes como a quienes transitan por sus calles.
Zonas como La Guevara, Cedeño y Guilarte reflejan un panorama de desidia, con grandes baches y acumulación de basura que se han convertido en parte del paisaje cotidiano.
La falta de atención a estas vías ha generado malestar entre los vecinos, quienes claman por soluciones urgentes.
La voz de los afectados
María Espinoza, propietaria de un pequeño restaurante en la calle Cedeño, expresó su preocupación por las condiciones del área.
Según comentó, uno de los problemas más graves es la indigencia, ya que muchas personas en situación de calle abren las bolsas de basura en busca de comida y no las cierran, lo que contribuye al desorden y a la proliferación de malos olores.
“Es triste ver este escenario. Yo trato de ayudar dejando aparte huesos o restos en una bolsa para que puedan reciclar algo, pero la situación se agrava de noche. No solo llegan más personas, también los animales sacan la basura y la riegan por todas partes”, comentó Espinoza con evidente pesar.
Además, señaló que el espacio acondicionado por la alcaldía para realizar ejercicios ha sido invadido por desechos, lo que desmotiva a los vecinos a utilizarlo.
“Es indignante ver cómo un área que podría ser de recreación y salud termina siendo un vertedero improvisado”, agregó.
Un problema de conciencia
Espinoza afirmó que el problema no radica en la recolección de basura, ya que los camiones pasan hasta dos veces al día.
“El verdadero problema es la falta de conciencia. Muchas personas botan desperdicios sin pensar en las consecuencias. Yo me esfuerzo por mantener limpio mi espacio para evitar las moscas, pero no todos hacen lo mismo”, explicó.
La comerciante también hizo un llamado a las autoridades para reforzar la presencia policial durante la noche y la madrugada.
Según mencionó, en esas horas suelen merodear personas buscando qué robar, lo que aumenta la inseguridad en la zona.
Un llamado a la acción
La situación en las calles de Porlamar evidencia una combinación de problemas estructurales y sociales que requieren atención inmediata.
Mientras los vecinos hacen lo posible por mantener sus espacios limpios y seguros, es fundamental que las autoridades locales tomen medidas para reparar las vías, garantizar el orden público y fomentar campañas de concienciación ciudadana.