En el año 2024, se reportó que al menos 10,457 migrantes perdieron la vida o desaparecieron en el intento de llegar a España por mar, según datos proporcionados por la ONG Caminando Fronteras. Esta cifra representa un aumento del 58% con respecto al año anterior, incluyendo a 1,538 niños y 421 mujeres, marcando así el peor balance desde que se comenzaron a recopilar estos datos en 2007.
El informe abarca el período desde el 1 de enero hasta el 5 de diciembre de 2024 y revela que la media diaria de muertes alcanzó las 30, en comparación con las 18 del año anterior. La ONG atribuye este aumento de fallecimientos al uso de embarcaciones precarias, rutas cada vez más peligrosas y a la insuficiente capacidad de los servicios de rescate en el mar.
La mayoría de las víctimas (9,757) perecieron en la ruta que va desde el noroeste de África hasta las islas Canarias, atravesando el océano Atlántico con corrientes fuertes. En un hecho reciente, siete barcazas con cientos de inmigrantes llegaron a este archipiélago español en el día de Navidad.
Según datos del Ministerio del Interior, en 2024 se registraron un total de 43,737 llegadas de migrantes a las Canarias en 643 embarcaciones, un incremento significativo con respecto al año anterior. A pesar de los frecuentes naufragios en el Atlántico, la ruta canaria ha ganado popularidad por ser menos vigilada que la del mar Mediterráneo.
España se posiciona como una de las tres principales puertas de entrada de inmigrantes en Europa, con un aumento del 14.5% en el número de llegadas ilegales en el año 2024. Las cifras de la Organización Internacional para las Migraciones señalan que más de 16,400 migrantes perdieron la vida o desaparecieron en África entre 2014 y 2024, abarcando tanto la ruta a las Canarias como fallecimientos en el desierto del Sáhara.
El debate político en España ha puesto en primer plano la cuestión migratoria, con partidos de extrema derecha como Vox y Alianza Catalana abordando el tema. En su mensaje navideño, el rey Felipe VI expresó la importancia de una gestión adecuada de la inmigración para preservar la cohesión social y la democracia del país.
El 27 de octubre, miles de personas se manifestaron en las islas Canarias en contra de la inmigración ilegal, destacando la necesidad de establecer límites y políticas claras. La tragedia de los migrantes en busca de una vida mejor sigue siendo un desafío humanitario y político que requiere una respuesta adecuada y coordinada a nivel nacional e internacional.