Magalli Meda, opositora asilada desde marzo en la residencia oficial de Argentina en Venezuela, custodiada por Brasil, junto a otros cuatro compañeros, ha denunciado que el Gobierno de Nicolás Maduro está exigiendo a los embajadores en Venezuela mantener silencio sobre la situación en la embajada que ha estado bajo asedio desde el 23 de noviembre.
Según Meda, ningún embajador ha visitado la embajada y se cree que se les exige mantener silencio para evitar ser expulsados. Esta situación, que ha incluido 35 días sin electricidad, revela, en su opinión, que las embajadas en Venezuela y sus embajadores solo son una apariencia para el régimen, para simular la existencia de democracia y estado de derecho en el país caribeño.
La opositora ha calificado la embajada como una “violación a los derechos humanos” y ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que preste atención a la situación diplomática en Venezuela, al mismo tiempo que exige la emisión de salvoconductos para ella y sus compañeros.
Además de Meda, en la residencia se encuentran Pedro Urruchurtu, Omar González, Claudia Macero y Humberto Villalobos, todos colaboradores del partido Vente Venezuela liderado por María Corina Machado, quienes se refugiaron tras ser acusados de conspiración y traición a la patria por las autoridades.
Anteriormente, también estuvo en la residencia el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), quien se presentó voluntariamente ante el Ministerio Público para declarar sobre hechos violentos y conspirativos organizados desde la embajada.
Los asilados continúan denunciando el asedio por parte de las fuerzas policiales, así como los cortes de electricidad y agua, por lo que instan a Brasil, que custodia la embajada desde la expulsión del cuerpo diplomático argentino, a redoblar esfuerzos para que el Gobierno de Maduro entregue los salvoconductos.