En enero, Mérida ha sido testigo de tres trágicos casos de suicidio que han conmovido a la comunidad. El primero de ellos ocurrió el pasado sábado, cuando una joven de 18 años, identificada como Madeley Ania Uzcátegui Rondón, perdió la vida tras ingerir el contenido de un envase de Gramoxone, un herbicida altamente tóxico que contiene paraquat, según informó Fe y Alegría.
A pesar de los esfuerzos médicos realizados en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes, la joven falleció después de varios días de agonía. El trágico suceso tuvo lugar en una parcela conocida como La Salamanca, en el sector San Pedro, parroquia Independencia del municipio Tulio Febres Cordero.
El 1° de enero, Arley Pérez, un agricultor de 33 años, decidió quitarse la vida en el sector Las Mesitas, en la aldea Hato Viejo, municipio Aricagua. Las autoridades informaron que el hombre se ahorcó, en un acto que ha dejado consternada a la comunidad.
Por otro lado, el 3 de enero, otro caso similar conmocionó a la región. Omar Araque Márquez, un agricultor de 61 años, también se quitó la vida ahorcándose en una vivienda deshabitada en la finca Buenos Aires, en el sector Mariño, municipio Rivas Dávila.
Las investigaciones sobre estos trágicos eventos están a cargo de la Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra las Personas Mérida, del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Los agentes están recolectando información para esclarecer las circunstancias que rodean estos suicidios y brindar respuestas a la comunidad.
Estos casos han generado gran consternación en Mérida y recuerdan la importancia de la salud mental y el bienestar emocional de todos los ciudadanos. La comunidad se une en solidaridad con las familias afectadas por estas tragedias, mientras se espera que las autoridades puedan esclarecer las circunstancias que llevaron a estos trágicos sucesos.