El expresidente colombiano Álvaro Uribe ha expresado su honor al ser declarado, junto con el también exmandatario Iván Duque, como «enemigos públicos y despreciables» por la Asamblea Nacional venezolana, a la que ha calificado de «tiranía». En un mensaje publicado en sus redes sociales, Uribe rechazó esta designación y afirmó que nunca aceptará ser enemigo del pueblo hermano.
El presidente de la Asamblea Nacional, el chavista Jorge Rodríguez, anunció que Uribe y Duque serán recibidos en Venezuela con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el pueblo venezolano y las fuerzas policiales, resaltando la honestidad y decencia del país. Por su parte, Rodríguez ha calificado a Uribe de «paramilitar, terrorista, narcotraficante, fascista, asesino, criminal, rata», mientras que el diputado opositor Alfonso Campos respalda la declaración de «enemigos públicos» hacia ambos exmandatarios y critica la propuesta de intervención militar.
El Centro Democrático, partido al que pertenecen Uribe y Duque, ha rechazado la amenaza de la dictadura de Nicolás Maduro hacia sus líderes. Han destacado la lucha de Uribe contra el régimen chavista desde 1998 y su llamado a una intervención internacional respaldada por las Naciones Unidas para restaurar el Estado de Derecho en Venezuela. Maduro, por su parte, ha ordenado a las fuerzas armadas preparar «los fusiles» ante lo que considera amenazas criminales de los exmandatarios colombianos.
En medio de tensiones políticas, la situación entre Colombia y Venezuela continúa tensa, con declaraciones y posturas encontradas entre los líderes de ambos países. La incertidumbre y la confrontación política siguen marcando la relación bilateral, mientras que la comunidad internacional observa con atención los acontecimientos en la región.