La región del Catatumbo en el norte de Santander, Colombia, se encuentra inmersa en una crisis marcada por la violencia, el conflicto armado, el desplazamiento forzado y el control territorial. Esta situación ha obligado a más de 20.000 personas a abandonar la zona y buscar refugio en albergues de diferentes lugares como Ocaña, Hacarí, Cúcuta, Tibú y Convención. Sin embargo, esta crisis humanitaria también ha afectado a los animales, generando la pregunta: ¿Qué pasa con ellos?
En medio de la ola de violencia y desplazamiento forzado en el Catatumbo, se han reportado casos de mascotas abandonadas debido a la urgencia de huir de los enfrentamientos. A pesar de ello, también se han registrado actos de valentía y amor hacia los animales, como el caso de una mujer que se negó a abandonar a su perrito durante la evacuación del lugar, demostrando así su lealtad y afecto incondicional.
Otro ejemplo conmovedor es el de Isabel Rincón, una mujer de 40 años que decidió quedarse en su casa a pesar de los enfrentamientos en la región para cuidar a sus 45 perros y 17 gatos. A través de un video, Isabel solicitó ayuda para sus mascotas discapacitadas y enfermas, mostrando cómo se quedó sola velando por su bienestar mientras todos huían del lugar. Esta historia refleja el amor y la lealtad hacia aquellos seres que no pueden expresarse con palabras.
A pesar de la situación desafiante que enfrentan las personas que deciden quedarse con sus mascotas en medio de la crisis en el Catatumbo, están demostrando que los animales también merecen vivir dignamente, sin importar las circunstancias adversas. La escasez y las dificultades para encontrar un nuevo hogar son obstáculos que se enfrentan con determinación y amor por los animales que forman parte de sus vidas.