El gobierno de Nicolás Maduro ha manifestado su descontento ante la decisión reciente de reincorporar a Cuba en la lista de naciones que supuestamente promueven el terrorismo. Esta medida fue adoptada por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su primer día en el cargo, revocando así una orden ejecutiva anunciada por su predecesor, Joe Biden.
A través de un comunicado publicado en Telegram por el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, se rechazó de manera categórica esta decisión, calificándola como infundada, arbitraria y un acto de hostilidad que va en contra de los principios del derecho internacional y socava los esfuerzos globales por la paz y la cooperación.
Solo seis días antes, Biden había retirado a Cuba de esa lista con el objetivo de facilitar la liberación de varios prisioneros cubanos en un proceso mediado por el Vaticano. En esa misma jornada, las autoridades cubanas anunciaron la liberación de 553 personas sancionadas por delitos diversos.
El gobierno de Maduro considera que las acusaciones contra Cuba carecen de fundamento y evidencian la intención de reinstalar políticas de agresión y coerción que han marcado las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Por ello, Venezuela condenó con firmeza lo que calificó como un acto injusto, instando a la comunidad internacional a denunciar y rechazar esta decisión que infringe los principios de respeto a la soberanía y busca justificar el bloqueo contra Cuba, vigente por más de 60 años.
La reciente medida tomada por Trump fue anticipada por Marco Rubio, nuevo secretario de Estado estadounidense y cubanoamericano, y se teme que tenga graves consecuencias financieras para Cuba.
En medio de este escenario, Venezuela celebró la decisión limitada de Biden de retirar a Cuba de la lista y exigió el levantamiento inmediato del bloqueo.
En conclusión, el gobierno de Maduro instó a la comunidad internacional a rechazar la decisión de reincorporar a Cuba en la lista de naciones que promueven el terrorismo, argumentando que dicha medida es injusta y contraria a los principios de respeto a la soberanía.