El jefe del Servicio de Migraciones chileno, Eduardo Thayer, afirmó en una entrevista con Efe que Chile no tiene la intención de incentivar nuevos flujos migratorios ni cambiar su política fronteriza debido a crisis en otros países de la región. Ante una posible llegada masiva de extranjeros al país suramericano tras las investiduras de Nicolás Maduro en Venezuela y Donald Trump en Estados Unidos, Thayer enfatizó la importancia de integrar a quienes ya se encuentran en Chile y resolver cualquier tensión o problema de integración y regularidad.
Eduardo Thayer, sociólogo de formación y militante del Frente Amplio al igual que el presidente Gabriel Boric, está al frente del Servicio de Migraciones (Sermig) desde marzo de 2022. Thayer destacó que, aunque es prematuro hablar de una nueva ola migratoria, el gobierno chileno continuará fortaleciendo el control fronterizo y reduciendo el ingreso irregular de personas al país. Según cifras del propio Sermig, los ingresos irregulares disminuyeron en un 37% en 2024 con respecto a 2023 y un 48% con respecto a 2022.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reporta que el 6,6% de la población extranjera residente en Chile se encuentra en situación irregular. Thayer mencionó que el gobierno está considerando abrir un proceso de regularización para aproximadamente 180.000 personas que se empadronaron voluntariamente en 2023 y que cuentan con arraigo laboral o familiar en el país. Este proceso, según Thayer, sería distinto a los anteriores realizados en Chile y en la región, ya que se establecerían requisitos más estrictos.
En cuanto a las relaciones con países vecinos, Thayer celebró un acuerdo histórico firmado con Bolivia en diciembre, que permitirá el retorno de ciudadanos y migrantes de terceros países. Chile, con una población de 19,6 millones de habitantes, acoge a cerca de 1,6 millones de migrantes, siendo los venezolanos el principal grupo de extranjeros en el país. Thayer destacó avances significativos en la colaboración migratoria con Bolivia.
En relación a las expulsiones administrativas, Thayer informó que en 2024 se produjeron el mayor número de expulsiones desde 2018, con un total de 1.091 expulsiones, de las cuales 683 fueron vía administrativa. A pesar de esto, Thayer aseguró que el gobierno no ha endurecido su postura con la migración, sino que está implementando el programa propuesto por Boric para reducir la migración irregular y mejorar el control en las fronteras con Perú y Bolivia.
Thayer reconoció que la inmigración ha generado cierta resistencia en la sociedad chilena, por lo que el Ejecutivo está impulsando un proyecto de ley para ampliar las causales de sanciones por delitos, aumentar los requisitos para obtener la nacionalidad chilena y aplicar penas más severas a los responsables de tráfico de extranjeros. El director del Sermig espera que el proyecto sea aprobado en el primer trimestre de 2025.