Los fiscales brasileños han detenido la producción y circulación de varios productos lácteos en Brasil, incluyendo Megalac, Megamilk, Tentaçao y Cootall, que se distribuyen en todo el país. Además, han prohibido la venta de Tigolac, un producto destinado al mercado venezolano, debido a un escándalo que ha salido a la luz.
En el centro de esta controversia se encuentra la empresa Dietalat Industria e Comercio de Laticinios Ltda, con sede en Taquara, Río Grande do Sul, Brasil, que produce el producto Tigolac. En diciembre de 2024, el Ministerio Público de Río Grande do Sul suspendió la comercialización de varios productos lácteos de Dielat después de una inspección en la planta de Taquara. Se descubrió que la empresa había adulterado la leche con sustancias tóxicas como la soda cáustica y el agua oxigenada, además de encontrar otras materias inadecuadas en sus productos.
Los ejecutivos de Dielat, incluyendo al copropietario Antonio Ricardo Colombo Sader y al ingeniero químico Sergio Alberto Seewald, también conocido como «El Alquimista» o «El Mago de la Leche», fueron arrestados en relación con esta operación ilegal. Seewald ya había estado involucrado en escándalos similares en el pasado por agregar sustancias peligrosas a productos lácteos vencidos.
Ante la redada del Ministerio Público, Dielat emitió un comunicado comprometiéndose a interrumpir temporalmente sus operaciones hasta que se completaran las investigaciones. Los fiscales brasileños también han detenido la producción y distribución de otros productos lácteos de la empresa, con repercusiones en todo el país, incluidos los comedores escolares.
Este incidente ha puesto en alerta a los consumidores y a las autoridades en Brasil y en Venezuela, donde el producto Tigolac se comercializa. La reputación de la empresa y la seguridad de los productos lácteos han sido cuestionadas, lo que destaca la importancia de la supervisión y regulación en la industria alimentaria.
Por Lisseth Boon. Para más información, visite armando.info.