El Gobierno de Estados Unidos ha tomado la decisión de revocar una extensión del blindaje anti-deportación otorgado por el presidente anterior, Joe Biden, a más de 600.000 venezolanos que se encontraban en el país. Según informó The New York Times, se anula la extensión por 18 meses del Estatuto de Protección Temporal (TPS) que se había concedido el pasado 10 de enero, lo que significa que estos venezolanos ahora son susceptibles de deportación.
El TPS es un beneficio otorgado a ciudadanos de un país que emigraron a Estados Unidos debido a un desastre natural o conflicto armado, permitiéndoles vivir y trabajar en el país hasta que sea seguro regresar a su lugar de origen.
Esta medida supone un golpe para cientos de miles de migrantes venezolanos, quienes creían estar protegidos de la deportación y esperaban permisos de trabajo hasta octubre de 2026. El Departamento de Seguridad Nacional justificó la extensión del TPS para los venezolanos debido a la grave crisis humanitaria en Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro.
La extensión del TPS para venezolanos se había establecido desde el 3 de abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026, beneficiando a unos 600.000 venezolanos. Los requisitos para ser elegible incluyen haber llegado a Estados Unidos antes del 31 de julio de 2023 y residir de forma ininterrumpida en el país, excluyendo a aquellos con antecedentes penales graves.
El presidente Donald Trump reconoce a González Irrutia como presidente electo de Venezuela, pero su política migratoria se enfoca en combatir la inmigración irregular sin distinción de nacionalidad. Durante su primer mandato, Trump intentó poner fin a las protecciones para migrantes de varios países, incluyendo Haití, El Salvador y Sudán, pero fue bloqueado por los tribunales federales.