El enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell, se reunió con Nicolás Maduro en Miraflores a pesar de que Estados Unidos no reconoce a la administración chavista. Horas después, Trump habló sobre este hecho desde la Casa Blanca, donde expresó su descontento con el oficialismo venezolano y su preocupación por el trato que han recibido los ciudadanos venezolanos.
El presidente estadounidense criticó a la administración de Joe Biden por revivir la administración madurista a través de la compra de petróleo. Trump afirmó que su Gobierno trabaja para mejorar la situación en Venezuela y aseguró que no comprarán petróleo al país sudamericano. Además, manifestó su sorpresa al ver que Biden estaba de acuerdo en la compra de petróleo a Venezuela, considerando que el país ya estaba prácticamente acabado.
La reunión de Grenell con Maduro y otros funcionarios venezolanos en Miraflores no implicó negociaciones, según Mauricio Claver-Carone, enviado especial del Departamento de Estado de EE.UU. para América Latina. Se especula que el propósito del encuentro fue coordinar el envío de más de 400 miembros del Tren de Aragua en Venezuela y lograr la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en cárceles venezolanas.
A pesar de la reunión, la secretaria de prensa de la Administración Trump, Karoline Leavitt, negó que Trump reconozca a Nicolás Maduro como mandatario legítimo de Venezuela. Horas después de la juramentación de Trump, Grenell anunció conversaciones con funcionarios del chavismo en Venezuela, marcando el inicio de una serie de reuniones.
Richard Grenell, el enviado presidencial para misiones especiales, es un diplomático de 59 años con experiencia en política internacional. Anteriormente, trabajó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, enfocándose en asuntos relacionados con Corea del Norte y otros países conflictivos.