La historia del beisbol en Venezuela está marcada por momentos significativos que han dejado su huella en el deporte nacional. En medio de la agitación política que siguió al golpe de Estado del partido Acción Democrática y unos militares que derrocó al gobierno del general Isaías Medina Angarita, el beisbol logró abrirse paso en el país.
Fue así como, exactamente un año después de aquel acontecimiento, el 18 de octubre de 1946, se inauguró en Caracas la primera Serie Interamericana, una idea concebida por el aficionado al beisbol y hombre de negocios venezolano Jesús Corao. Equipos como Sultanes de Monterrey, All Cubans, Bushwicks y Cervecería de Caracas compitieron durante un mes, hasta el 17 de noviembre.
Uno de los momentos más memorables de aquella serie fue el enfrentamiento entre All Cubans y Bushwicks el 22 de octubre, que marcó el primer juego bajo luz artificial en Venezuela. A pesar de que los equipos de Estados Unidos ganaron las primeras cuatro ediciones de la Serie Interamericana, en 1950 el club local, Cervecería de Caracas, se alzó con la victoria.
El estadio que acogió la Serie Interamericana, también conocido como Cervecería de Caracas, estuvo colmado de espectadores durante todos los juegos, lo que inspiró la creación de la Serie del Caribe. Esta nueva competencia fue idea de dos venezolanos, Oscar «El Negro» Prieto y Pablo Morales, y contó con la participación de equipos de Puerto Rico, Cuba, Panamá y Venezuela.
La Serie del Caribe se convirtió en un evento anual que reunió a los mejores equipos de la región, celebrándose en diferentes países. A pesar de los altibajos y desafíos logísticos, el torneo se mantuvo vigente gracias al compromiso de los países participantes.
En 1970, la Serie del Caribe se reanudó en Caracas con la participación de Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela, pero resultó en un fracaso. Sin embargo, la incorporación de México como cuarto país en la Confederación en 1971 revitalizó el torneo, convirtiéndose en una de las plazas más importantes para la competencia.
A lo largo de los años, la Serie del Caribe ha enfrentado diversos retos, pero ha logrado mantenerse como un evento emblemático para el beisbol en la región. Gracias al compromiso de los países participantes y al apoyo de los aficionados, este torneo continúa siendo un referente para los amantes de este deporte en América Latina.