Estados Unidos ha dado un paso contundente al incautar un segundo avión del gobierno de Venezuela en República Dominicana. La acción se llevó a cabo durante la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a pesar de los intentos de acercamiento diplomático entre Caracas y Washington.
El avión Dassault Falcon 200 de bandera venezolana fue marcado como «incautado» en una pista de aterrizaje militar en Santo Domingo, en presencia de Rubio, un fiscal dominicano y representantes de las fuerzas del orden de Estados Unidos.
Funcionarios venezolanos habían utilizado esta aeronave para viajar a varios países, incluidos Grecia, Turquía, Rusia, Nicaragua y Cuba, y la llevaron a República Dominicana para realizar labores de mantenimiento, según información del Departamento de Estado. Este avión también fue utilizado en 2019 por el entonces ministro de Petróleo, Manuel Quevedo, para asistir a una reunión de la OPEP en Emiratos Árabes Unidos.
Este no es el primer avión oficial de Venezuela incautado por Estados Unidos. En septiembre del año pasado, un avión modelo Dassault Falcon 900EX fue confiscado en República Dominicana y trasladado a Florida, acusado de haber sido comprado ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una empresa fantasma para el uso de Nicolás Maduro y sus aliados.
Estas acciones se dan en medio de una crisis política en Venezuela, desencadenada por la reelección de Maduro para un tercer mandato consecutivo, no reconocido por Washington debido a denuncias de fraude electoral. Recientemente, Richard Grenell, enviado especial de Trump, logró la liberación de seis prisioneros estadounidenses tras reunirse con Maduro en Caracas.
A pesar de este intento de acercamiento, Rubio y otros funcionarios estadounidenses han dejado claro que la postura de Washington hacia el gobierno de Maduro no ha cambiado. Durante el primer mandato de Trump, se impusieron duras sanciones contra el gobierno venezolano, incluido un embargo al petróleo que luego fue flexibilizado durante la administración de Joe Biden.
En el pasado, un avión Boeing 747 venezolano-iraní fue inmovilizado en Argentina y destruido en Estados Unidos, lo que generó fuertes críticas por parte del gobierno de Caracas. Estas acciones reflejan la tensa relación entre Estados Unidos y Venezuela, marcada por diferencias políticas y sanciones económicas.