La Organización No Gubernamental Provea ha expresado su preocupación respecto a las políticas migratorias de deportación implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ponen en riesgo a los venezolanos que han huido de su país debido a la crisis económica y la represión. Provea ha instado a que estos individuos sean acogidos como refugiados y reciban medidas de protección por parte de los Estados receptores.
La organización también ha alertado sobre posibles deportaciones sumarias y apartadas de la ley en Estados Unidos, además de destacar que los actos de discriminación, estigmatización y criminalización podrían agravar la condición de vulnerabilidad de los migrantes. Provea ha enfatizado que la deportación de personas que han escapado de condiciones extremas de pobreza o persecución política constituye un acto de revictimización.
Provea aboga por un abordaje conjunto de la crisis venezolana y el impacto migratorio en la región, señalando que estos representan los principales desafíos para la democracia y la estabilidad política, social y económica de las Américas. Por otro lado, el líder opositor Edmundo González Urrutia ha afirmado que junto a su equipo en Estados Unidos, están gestionando una solución para los migrantes venezolanos en el país, tras la revocación de la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) hasta octubre de 2026.
El presidente Nicolás Maduro ha atribuido la migración venezolana entre 2017 y 2019 a las sanciones económicas impuestas al país. El chavismo sostiene que 2,5 millones de personas emigraron de Venezuela, de las cuales asegura que 1,2 millones regresaron, mientras que la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V) estima que unos 7,8 millones de nacionales forman parte de la diáspora venezolana.